POLITICA
panorama abierto

Avanza el casting de dirigentes para que Macri decida a su compañero de fórmula

La Rosada insiste en que el vice mostrará amplitud y no será “puro”. Sanz es el preferido, pero no quiere. Las mujeres radicales, con poco conocimiento y sin relación con el Presidente.

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El presidente, Mauricio Macri. | Bloomberg

La selección del compañero de fórmula de Mauricio Macri está en plena etapa de casting. Con el objetivo de darle nuevo impulso a la posibilidad de que un radical forme parte del binomio, en Cambiemos comenzó la danza de nombres para encontrar al candidato a vicepresidente ideal. Pero las dificultades, sin embargo, están a la vista. Los que aportan votos no tienen confianza con el Presidente; los que dan muestra de apertura política no quieren o podrían ser contraproducentes en la estrategia electoral; y el resto tiene un nivel de desconocimiento muy alto, incluso de parte del propio Macri. Por eso, la lista de potenciales vices todavía sigue abierta y nadie se anima a dar por cerrada ninguna opción.

Mañana, radicales y macristas tienen previsto volver a verse las caras para avanzar en las negociaciones.

Marcos Peña, en una tensa reunión el martes último, les hizo saber que la decisión de abrir la fórmula y llevar a un radical en la boleta presidencial era real. Solo hacía falta elegir el nombre ideal y que sea aceptado por el propio Macri. “Nos dieron la certeza de que el binomio presidencial va a ser representativo de la coalición”, explicó un dirigente de la UCR. En esa mesa, sin embargo, faltan los representantes de la Coalición Cívica de Elisa Carrió, quienes ya anticiparon que el vicepresidente debe ser alguien de confianza del Presidente, pero que si es definido en el marco de un acuerdo político ellos pretenden tener voz y voto. Aceptarían un radical, pero no a cualquier radical. “Tiene que representar los valores de Cambiemos”, aclaran. Por ahora, lunes o martes también se juntarían lilitos y macristas. Todos por separado, señal de que las definiciones no serán sencillas.

Posibles vices de Macri

La sorpresa e intriga que se vive en el mundillo de Cambiemos lleva a que se tiren nombres al aire y automáticamente pasen a engrosar la lista de potenciales candidatos. Los que unos consideran figuras que encabezan el ranking para otros están completamente fuera de las posibilidades. Y viceversa. Hay dos nombres que ya fueron descartados de plano: Martín Lousteau y Alfredo Cornejo. El ex embajador en Estados Unidos y actual diputado terminó de sepultar sus posibilidades cuando el día de la Convención Radical declaró mediáticamente que estaba en el radicalismo pero “no en Cambiemos”. El gobernador de Mendoza llegó a poner en duda públicamente la fortaleza de la candidatura de Macri y sus últimos cruces con Peña terminaron de dañar la escasa confianza que le tenían en la Casa Rosada. Hoy la relación entre el macrismo y la UCR se mantiene firme por necesidad electoral y porque en el Gobierno entienden que Cornejo no expresa la visión mayoritaria del partido.

Cerca de Macri reconocen que el nombre “no está”. Pero tampoco tienen apuro. Se vienen dos semanas de seguir con el casting. El preferido sigue siendo Ernesto Sanz, a quien están intentando convencer de todos lados. “Soy duro e inquebrantable”, le dijo a una persona de su confianza ante la inminencia de otro operativo clamor. Aunque sigue dedicándose a la política, cambió su estilo de vida, se refugió en familia en San Rafael, y no quiere volver a la función pública. ¿Será duro o sucumbirá ante los cantos de la “responsabilidad histórica”? Hay quienes creen que de aceptar no podría convivir en un futuro gobierno con Peña, pero él niega que esté pidiendo condiciones.

En el casting no pueden faltar mujeres, sobre todo porque en el PRO repiten que Jaime Duran Barba tiene como máxima que Macri necesita una mujer como compañera de fórmula. Los antecedentes le dan la razón: Gabriela Michetti (2007), María Eugenia Vidal (2011) y Michetti de nuevo en 2015.

Cuando se busca una mujer radical es donde muchos levantan las cejas. Cuatro nombres se tiraron sobre la mesa y estarían siendo analizados. Karina Banfi, diputada nacional por la provincia de Buenos Aires. Casada con Hernán Charosky (funcionario de Horacio Rodríguez Larreta), del sector de Sanz y con alto perfil en el debate por el aborto (pañuelo verde), generó impacto su discurso de defensa de Cambiemos en la Convención Radical.

Allí aparecen también dos mendocinas. Laura Montero (vicegobernadora y cercana a Julio Cobos) y Pamela Verasay (vicepresidenta primera del Senado, del sector de Cornejo). La primera da señales de más experiencia y la segunda de juventud, con sus 39 años. La cuarta en discordia es Inés Brizuela y Doria, senadora por la provincia de La Rioja.

Duran Barba suele decir que Macri necesita una mujer como candidata a vice.

Propios. Las mujeres radicales crecieron en consideración cuando el mensaje que trascendió desde la Rosada fue que la fórmula se abría y no sería alguien puro. Así, parecen haber quedado fuera de carrera Gabriela Michetti, Carolina Stanley y Patricia Bullrich. ¿Definitivo? Nadie lo aseguraría. Esta semana, un encumbrado dirigente del PRO fue categórico: “Yo apuesto a que será Stanley”. Muchos ven que ese nombre volverá a crecer cuando no terminen de convencer las opciones radicales.

Posibles vices de Macri

“Tenemos nombres de sobra. Desde personal de maestranza hasta investigadores del Conicet. De todo el país y de cualquier orientación sexual”, responde un radical por la supuesta falta de postulantes de su partido. Suman más nombres: Mario Negri, Luis Naidenoff y Daniel Salvador. Esta semana apareció también el del actor Luis Brandoni.

Ayer, Rogelio Frigerio volvió a dejar abierta la opción de que el vice muestre amplitud pero no sea un radical, y volvió a tirar el nombre de Emilio Monzó. El titular de Diputados se rió irónico al ser consultado al respecto por periodistas en un brindis en el Congreso. Ante un dirigente cercano fue más duro y respondió con insultos a esa posibilidad. Su vínculo interno está completamente dañado y de ser el elegido el Gobierno debería dar un giro importante.

Al casting le quedan dos semanas. Y nadie descarta que sigan apareciendo nombres.