Tal como era de prever, las elecciones en Santa Fe dejaron un amplio triunfo para Maximiliano Pullaro, el candidato de Unidos que le ganó por casi 30 puntos al peronista Marcelo Lewandowski, de Juntos Avancemos. Pero en Avellaneda, la localidad donde está Vicentin, esa diferencia fue más del doble.
Así se desprende del escrutinio provisorio de los votos. Con el 100% de las mesas escrutadas en la localidad, el 80,88% de los votos fue para la fórmula de Pullaro y Gisela Scaglia, mientras que Lewandowski y Silvina Frana, la fórmula peronista, obtuvo un 11,30%.
De acuerdo al recuento, en esa localidad la votación terminó con 12.186 votos para la fórmula ganadora contra 1.702 para el espacio peronista. Mientras que a nivel provincial, Pullaro obtuvo el 58,40% de los votos, y su rival Lewandowski aparecía más abajo, con el 30,86%.
En una localidad donde gran parte de los habitantes son los propios trabajadores y trabajadoras de la firma, el resultado no deja de llamar la atención. Tampoco queda exento del fallido intento expropiador del presidente Alberto Fernández.
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Vicentin y el impacto político en Alberto Fernández
La localidad donde arrasó el candidato alineado a Juntos por el Cambio es la cuna de la firma Vicentin SAIC, que marcó a fuego al gobierno de Fernández desde el principio, cuando el presidente anunció la estatización de la cerealera.
La firma es una de las agropecuarias más importantes no solo de la provincia de Santa Fe sino que también de la Argentina. Sumida en una importante crisis financiera, el presidente anunció al comienzo de su mandato un proyecto para expropiarla, que no tardó en cosechar el rechazo de la oposición y de habitantes de la localidad.
En aquel momento, la iniciativa contó con el respaldo político del Frente de Todos. Sin embargo, eso no alcanzó para que el presidente se mantuviera firme en su decisión: al final dijo que no iba a expropiar la empresa y todo quedó en la nada. Igualmente, en términos políticos, fue un episodio costoso para el presidente.
AS / ED