Si bien su designación se formalizó hace tres días, Bernardo Saravia Frías estuvo a punto de entrar a la Procuración del Tesoro hace casi un año y medio. Con Mauricio Macri recién asumido como Presidente, el nombre del abogado Saravia Frías sonó para ser el segundo de Carlos Balbín en la Procuración. Pero Balbín rechazó rápidamente esa posibilidad: según explicó entonces, nombrarlo hubiera implicado un conflicto de intereses potencial. Porque el estudio de Saravia Frías había tenido, entre otras grandes empresas, al Grupo Macri entre sus clientes.
A mediados de 2014, cuando Sanz anunció su precandidatura presidencial, Saravia Frías pasó a formar parte de sus equipos técnicos de campaña. Tanto él, como Roberto Durrieu Figueroa, Diego Botana y Ricardo Gil Lavedra asesoraban a Sanz en asuntos judiciales. Todos iban a las reuniones que organizaba Sanz en sus oficinas de Rivadavia y Paraná.
Pero a diferencia de la mirada política que tenía Gil Lavedra, Saravia Frías, Botana y Durrieu hacían un aporte más vinculado a la defensa corporativa de los intereses privados. Sus antecedentes y el perfil de sus estudios de abogados así lo hacían prever.
Una vez caída la postulación de Sanz en las PASO, con la UCR ya jugada a su alianza con el PRO, Saravia Frías se sumó a las reuniones compartidas entre macristas y radicales. En las oficinas del gobierno porteño el actual procurador se juntaba con José Torello, Fabián “Pepín” Rodríguez Simón, Pablo Clusellas y Germán Garavano, entre otros.
En alguno de esos encuentros también estuvo el entonces juez de la Ciudad, Carlos Balbín. Tras el triunfo de Macri en el ballottage, Balbín asumiría como Procurador del Tesoro, una suerte de jefatura de los abogados que defienden al Estado. El cargo de vice, sin embargo, estaba vacante. Y fue Sanz quien le propuso a Balbín dos nombres para ser su segundo: Saravia Frías y Diego Botana.
Balbín descartó a ambos. Según pudo averiguar PERFIL, argumentó que esas designaciones podían derivar en un conflicto de intereses. Sobre todo por la trayectoria de Saravia Frías, quien tuvo como clientes al Grupo Macri, a la Bolsa de Comercio, a bancos y empresas mineras. Descartado para la Procuración, Saravia Frías ocuparía la Secretaría Legal y Técnica en el Ministerio de Nicolás Dujovne.
Hace dos semanas, Balbín abandonó su puesto. Nunca resultó del todo confiable para Macri y sus asesores. La elección de Saravia Frías como su reemplazante supone un mayor compromiso con la gestión del gobierno.