El programa financiero de Argentina con el Fondo Monetario Internacional estará en suspenso durante algún tiempo, a medida que el país lidia con una severa incertidumbre política y económica, dijo el director gerente interino del Fondo, David Lipton, en una entrevista.
El FMI “trabajará para una eventual reanudación de una relación, algún tipo de relación financiera con ellos, que puede tener que esperar un tiempo”, dijo Lipton a Bloomberg Radio el miércoles. “La situación de Argentina en este momento es extremadamente compleja”.
Sus comentarios son la indicación más clara hasta el momento de que el acuerdo récord del FMI por US$56.000 millones con Argentina está congelado por ahora, incluido un desembolso de préstamos por US$5.400 millones que está aprobado desde el 15 de septiembre. El acuerdo sufrió un duro golpe cuando el presidente Mauricio Macri anunció que estaba retrasando los pagos al Fondo, después de perder unas elecciones primarias en agosto contra el izquierdista Alberto Fernández.
La búlgara Kristalina Georgieva es la nueva directora gerente del FMI
La derrota de Macri desató una crisis monetaria que lo obligó a implementar controles de capital y otras medidas que pueden violar los términos clave del acuerdo con el FMI. Por su parte, Fernández aún no ha presentado un programa económico ni ha dicho quién dirigirá su equipo económico, aunque había pedido una revisión del acuerdo con el FMI. Los inversores ahora ven una probabilidad de incumplimiento de 95% en Argentina en los próximos cinco años.
En este momento, Argentina no parece cumplir con los requisitos del FMI –como un camino de deuda sostenible– para desembolsos de préstamos adicionales. Algunos analistas estiman que el país tiene alrededor de US$6.000 millones en necesidades de financiación para el resto del año, por lo que el dinero del FMI ayudaría a cubrir los próximos pagos de la deuda.
Quienquiera que gane
Lipton, quien se reunió con Macri, el ministro de Economía Hernán Lacunza y el presidente del Banco Central, Guido Sandleris, el martes en Nueva York, dijo que el FMI trabajará con quienquiera gane las elecciones presidenciales del 27 de octubre.
“Estamos listos para ayudar a cualquier lado que gane las elecciones presidenciales”, dijo. “No es nuestro negocio tratar de adivinar el camino político en el futuro, no podemos hacer eso”.
Sin embargo, Lipton minimizó el uso que hace Argentina de los controles de capital que están conduciendo a la recuperación de sus tipos de cambio paralelos, incluido un mercado negro. Tales controles, dijo, son “algo que podemos monitorear”.
“Hemos tratado con países que tienen mercados paralelos en muchas, muchas circunstancias. Ese no es un gran desafío”, agregó. “El problema más grande es cómo calmar el mercado y estabilizar la situación”. Lacunza se reunirá el miércoles nuevamente con funcionarios del FMI en Washington y planea regresar a Estados Unidos en un par de semanas para las reuniones anuales del Fondo en octubre.