El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, salió ayer a aclarar que “no hubo más celebraciones” en Olivos, además de la sucedida el 14 de julio de 2020 en ocasión del cumpleaños de la primera dama Fabiola Yanez. El Gobierno nacional buscó así dar por finalizado el escándalo que originó la difusión primero de la foto y luego del video en el que se veía al propio presidente Alberto Fernández junto a su esposa y una decena de invitados, mientras regían las restricciones a las reuniones sociales para impedir el avance del coronavirus.
“El Presidente ya lo explicó, ya quedó detallado. Nosotros no encontramos más temas para agregar”, indicó Cafiero al término de una reunión de Gabinete en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada.
El jefe de Gabinete fue uno de los primeros en admitir la existencia de la polémica reunión, a la que calificó como un “error” hace poco más de una semana, en línea con la estrategia del oficialismo de admitir la culpa y minimizar el impacto político que pudiera causar a menos de un mes de las PASO.
“Se cometió un error que no debería haber pasado y eso estuvo mal”, señalaba Cafiero, quien precisó además que “en ese momento, en ese contexto, Olivos funcionaba con el centro de operaciones de la pandemia, mucha gente entraba, salía, ministros, reuniones con expertos epidemiólogos, muchas de esas reuniones se hacían allí porque Olivos funcionaba de ese modo”.
La argumentación de Cafiero fue similar a la que lanzó el Presidente a poco de conocerse la primera fotografía, cuando preguntó en tono irónico: “¿Qué querían que hiciera, que me quedara encerrado en mi casa? Tenía que gobernar un país”, dijo firme.
Sin embargo, en el Gobierno hay incertidumbre sobre hasta dónde puede llegar el impacto ya que estiman que hay más material del mismo festejo. El abogado Mauricio D’Alessandro, representante de Stefanía Domínguez, una de las asistentes a la reunión, precisó que existen al menos “treinta fotografías” más, ya que “cuando uno va a Olivos y nunca entró a la Casa de Gobierno manda fotos del hecho a la mamá, un primo o al novio. Eso tiene que haber pasado con los diez que estaban”, justificó.
También se sumó a la polémica la pertinencia o no de una reunión que se realizó el 30 de diciembre en Olivos, con más de treinta legisladores del Frente de Todos que fueron convocados de manera personal por el Presidente para realizar un brindis de Fin de Año. En ese caso, no fue un encuentro reservado, ya que los legisladores se encontraban en general con expectativas por la reunión y realizaron numerosos posteos en redes sociales. Lo cierto es que en ese momento solo se permitían reuniones familiares de hasta diez personas en espacios cerrados, con un máximo de cien para lugares abiertos, aunque el convite tuvo lugar en el quincho de la residencia presidencial y no fue totalmente al aire libre.