Falta una pieza. Mientras la Justicia federal comienza a avanzar sobre el esquema de poder y fondos millonarios del ex ministro Julio De Vido, hay un pingüino sobre el que todavía pesa la tregua judicial. Daniel Cameron fue una de las tres patas clave en el Ministerio de Planificación. Comandó entre 2003 y 2013 la Secretaría de Energía, responsable de las políticas energéticas a nivel nacional. Sus pares Ricardo Jaime (Transporte) y José Francisco López (Obras Públicas) vienen siendo el centro de denuncias, procesamientos y juicios por hechos de corrupción. Pero Cameron también tiene varios frentes abiertos en los tribunales federales. Algunas de esas causas comienza a reabrirse y otras recién están naciendo.
Cameron, como “Josecito” López, cultivó siempre el perfil bajo a pesar de encabezar una de las áreas más calientes del gabinete: sus decisiones tenían impacto directo en la crisis energética, los subsidios a las tarifas, la importación de combustibles, la estatización de Yacimientos Carboníferos Río Turbio y la polémica construcción de gasoductos. Este ingeniero industrial, especialización en el mercado eléctrico, tiene otras características en común con sus ex colegas: perteneció al riñón del kirchnerismo, acompañó al ex matrimonio presidencial desde la gobernación de Néstor Kirchner en Santa Cruz, y formó parte, ya desde los 90, del círculo más apuntado por sospechas de corrupción.
A diferencia de Jaime, pero al igual que López, su paso por el gobierno nacional no fue la causa de sus complicaciones judiciales. Hasta ahora. En marzo de 2013, quedó procesado por el juez Sergio Torres por incumplimiento de los deberes de funcionario público por supuesta participación en el desvío de fondos públicos en Yacimientos Carboníferos de Río Turbio entre 1995 y 2002. Cameron había integrado la Comisión Fiscalizadora de la empresa concesionaria de la mina de carbón de Santa Cruz. El mismo juez lo había sobreseído en la misma causa pero en 2009 la Cámara Federal le ordenó seguir investigándolo.
La principal causa que ahora promete avanzar sobre su gestión en Energía es el caso Skanska, el primer gran escándalo de la era K: el supuesto pago de coimas de la empresa sueca para ganar la construcción de un gasoducto. La Cámara de Casación decidió validar las escuchas telefónicas que probaban la denuncia y revivir el expediente hace pocas semanas. Diez años después del hecho.
Hay causas más recientes en las que Cameron está siendo investigado: los jueces Claudio Bonadio y Torres tienen dos expedientes sobre la importación de GNL y fueloil con supuestos sobreprecios. Uno de esos hechos, por compras a Petrobras, también es investigado en Brasil.