Mauricio Macri venía golpeado en la causa por espionaje y jaqueado por la oposición porteña. Sin embargo, en un inesperado giro, Elisa Carrió le dio un apoyo vital: frenó la comisión investigadora, desechó un juicio político y apuntó contra el juez Norberto Oyarbide. La decisión de salvar al líder de PRO llegó en un momento complicado para Lilita. Es que sus antiguos socios la dejaron de lado en el nuevo armado opositor progresista en el que comenzaron tibiamente a confluir al socialismo, parte de la UCR, Margarita Stolbizer y dirigentes de centroizquierda.
Si bien ni en el macrismo ni en la Coalición se atreven a hablar de una confluencia en el corto plazo, ya cruzan elogios y algunas tácticas. En 2009, la amistad entre Gabriela Michetti y Carrió llevó a muchas especulaciones sobre un armado común. Se le sumaba la buena sintonía entre los diputados nacionales, que hoy continúa. A pesar de ello, la chaqueña siempre se negó a una foto con Macri.
“Hay un pacto de no agresión, en el futuro se verá”, describió un importante dirigente de la CC. La semana pasada, en el Congreso, le ofrecieron a la líder de la Coalición una comunicación con el jefe de Gobierno. Ella se negó: “No hace falta”.
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