Castells protagonizó una nueva jornada de protesta piquetera

Al clima convulsionado en la política, ayer se sumó otra jornada de protestas en pleno centro porteño, con dos movilizaciones distintas, tanto del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD), que conduce Raúl Castells, como de otras organizaciones piqueteras. En ese contexto, el referente social comparó la situación con la previa al estallido de 2001.

“Tengo miedo de que estallen esos problemas. Una crisis de esas magnitudes, tal como pasó en el 2001, está pendiente de un hilo. Yo lo palpo con mi gente todos los días, es desesperante”, aseguró Castells. La última vez que se lo había visto al líder piquetero había sido en la sede del gobierno porteño de Uspallata, cuando se colgó de una reja para dejar una carta.

Esta vez, con los militantes de su espacio, identificados con las tradicionales pecheras y banderas amarillas, cortó las avenidas 9 de Julio y Corrientes antes de acercarse al Ministerio de Desarrollo Social. Reclamaban asistencia alimentaria para los comedores comunitarios, un aumento en los montos de los planes sociales, y puestos de trabajo para desocupados en los planes de obras públicas, entre otras demandas.

Izquierda. Por otra parte, distintas organizaciones piqueteras de izquierda se movilizaron desde la estación Constitución hacia el Ministerio de Desarrollo Social, en reclamo de asistencia alimentaria para comedores y ollas populares, como así también rechazando “las bajas y descuentos” en los planes sociales.

Así lo informaron en un comunicado de prensa conjunto los dirigentes del Polo Obrero-Tendencia, el MTR Histórico, el FTC M29, Resistencia Popular, el Movimiento 19 y 20 de Diciembre, entre otros.

“Este conjunto de organizaciones piqueteras salimos hoy (por ayer) a reclamar nuevamente al Gobierno y denunciamos que llevamos meses sin respuesta a nuestros reclamos. Los comedores y ollas populares aguardan los alimentos comprometidos. Los compañeros sufren bajas y descuentos en sus planes sociales”, enumeraron en su convocatoria.

En ese sentido, criticaron que “en el contexto de crisis económica y social, con millones de nuevos desocupados, con la caída a pique de salarios e ingresos, con la inflación y aumentos en los alimentos de la canasta básica, los planes sociales están reducidos a meras ayudas que están lejos de los 29 mil pesos de una canasta de indigencia.

Ya el día anterior había sido un caos el centro porteño por una movilización del Polo Obrero y otros movimientos sociales. Son los que no forman parte de la estructura del Frente de Todos y vienen ganando cada vez más notoriedad en la calle, ante lo que es el repliegue de los movimientos sociales kirchneristas.