Unos 210 familiares asistirán este lunes a una ceremonia en honor a los 90 soldados argentinos muertos en la Guerra por las Islas Malvinas y cuyos restos fueron identificados por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) casi 36 años después de terminada la guerra. Luego de décadas de espera e incertidumbre, las placas en las que figura la frase "Soldado argentino sólo conocido por Dios" del cementerio de Darwin en Malvinas serán reemplazadas por otras con nombre y apellido. Los familiares dejarán en el cementerio unas rosas blancas de tela y un rosario, además de dos "Rosas por la paz" realizadas con material bélico proveniente de Malvinas y que fueron labradas por el orfebre Juan Carlos Pallarols.
Tras un acuerdo diplomático entre el Reino Unidos y la Argentina, el CICR logró identificar a 90 de los 121 cuerpos exhumados entre el 20 de junio y el 7 de agosto en el cementerio de Malvinas, donde habían sido enterrados como "NN" tras el conflicto bélico que Argentina y Reino Unido protagonizaron en 1982 por la soberanía de las islas. En el proceso participó el Equipo Argentino de Antropología Forense. El 2 de abril de aquel año, la dictadura militar lanzó un operativo armado para recuperar las Malvinas, acción que provocó un conflicto bélico con el Reino Unido. En poco más de dos meses, hasta la rendición argentina el 14 de junio, la guerra se cobró la vida de 649 argentinos, 255 británicos y tres habitantes de las Islas, ubicadas a unos 400 kilómetros de las costas argentinas.
El coronel británico Geoffrey Cardozo fue el encargado de recoger los cuerpos de soldados argentinos argentinos muertos en la guerra de Malvinas y darles sepultura. El militar británico trató de identificar a los caídos, pero en varios casos no pudo hacerlo y los enterró como NN. Elaboró un informe sobre su tarea y el entierro de los caídos argentinos que, muchos años después, ayudó en el proceso de identificación de los restos. Cardozo expresó su satisfacción por haber ayudado a "cerrar las heridas". "Nunca se olvidan estas cosas, pero es posible aliviar un poco", declaró el militar retirado. Los familiares de los caídos y autoridades del Gobierno volarán el lunes en dos aviones contratados por un empresario privado y regresarán ese mismo día a Buenos Aires. "Vamos a cerrar el duelo después de casi 36 años", dijo María Reyes Lobos, hermana de un soldado muerto en las Malvinas.
Reyes Lobos viajará junto a otras 89 familias para dar el último adiós a su hermano, uno de los 90 caídos que fueron sepultados como NN: "Quiero llorarlo, llorarlo y llorarlo. Que esta angustia y esta pena se me vayan. Se tiene que cerrar esta historia para poder curarse uno como persona", dijo. La última vez que vio a "Pupo", como llamaban a José Antonio, ella tenía 15 años y él, 19. José Reyes Lobos era conscripto y le faltaban pocos meses para terminar el servicio militar obligatorio. Pero sin previo aviso, aquel 1982 "Pupo" fue enviado a combatir. "Nosotros recién nos enteramos que estaba en Malvinas por una carta que nos mandó él desde allá. Hasta ese momento nos decían que estaba acuartelado pero ya lo habían mandado", recuerda María.
“Vamos a llevar unos rosarios y unas flores de tela, que nos van a dar, pero no nos dejan llevar otra cosa para dejar en la tumba”, contó la mujer. “Ni siquiera una plaquita chiquita con una frase. Pero a esta altura del partido lo que me interesa es estar ahí, ver a mi hermano, abrazarlo de alguna manera y llorarlo, llorarlo, llorarlo. Y que esta angustia y esta pena que siento se me vayan. Se tiene que cerrar esta historia para poder curarse uno como persona. Y que descanse en paz”.