La presidenta Cristina Fernández de Kirchner aseguró este mediodía que al cumplirse el próximo domingo 37 años del último golpe militar estaremos ante "otro aniversario que no quisiéramos tener los argentinos" pero que "tenemos la obligación de recordar".
"Este es un aniversario que no nos gustaría recordar pero que sí tenemos la obligación de recordar", manifestó la presidenta al encabezar un acto en el que inauguró un espacio en "Mansión Sere", un ex centro de detención clandestino de la última dictadura militar.
La Jefa de Estado también entregó a ese centro los legajos originales de la Conadep, que destacó fueron resguardados por "Pablo Ferreyra, un agente de la Secretaría General de la Presidencia que los rescató temeroso de que pudieran desaparecer".
Cristina instó hoy a los argentinos a "dejar de lado el odio" y que, a través de un "esfuerzo personal", aflore "en cada uno de nosotros lo bueno y lo mejor". La mandataria abogó para que "tengamos la fuerza suficiente para dejar de lado lo malo, lo feo, el odio. El odio -añadió- convierte a la gente en personas feas, no se puede vivir con odio".
"Ningún pueblo triste puede ser libre", dijo y remarcó que "la compleja historia argentina requiere por parte de todos un gran esfuerzo" que permita "superar la tragedia y recuperar la alegría".
La jefa de Estado recordó a los científicos que se fueron del país tras la "Noche de los Bastones Largos", en la década del sesenta, y a los soldados que combatieron en la guerra por las Islas Malvinas.
"La compleja historia argentina requiere por parte de todos un gran esfuerzo para superar la tragedia y recuperar la alegría. Una de las claves de las derrotas de los pueblos es insuflarles pesimismo y tristeza. Ningún pueblo triste puede ser libre, y nosotros queremos un pueblo libre", planteó la Presidenta.
Las declaraciones las formuló al inaugurar el "Espacio Mansión Seré" en el lugar que funcionó el excentro clandestino de detención de la dictadura, en el partido de Morón.