El Grupo Clarín salió a responderle a la agencia estatal Télam a través de un duro comunicado donde la acusa de "desviar la información" y de realizar "operaciones cada vez más burdas" contra el medio.
En concreto se refirió al cable que rezaba "Clarín lidera la lista de empresas argentinas con cuentas sin declarar en el HSBC de Suiza" y que brindaba detalles de los posibles delitos por no haber declarado las cuentas.
El comunicado completo, que seguramente tendrá una nueva respuesta de la agencia es el siguiente:
"Mientras la sociedad sigue conmovida por un caso cuyos graves ecos institucionales no se acallan, el gobierno sigue apelando al viejo recurso de intentar desviar la atención, cuándo no, atacando a Clarín. Eso sí, con operaciones cada vez más burdas.
Esta vez fue a través de la agencia estatal de noticias Télam, que en otro ejemplo de "periodismo militante" difundió un bizarro cable que fue reproducido rápidamente por la red de diarios, radios y canales de TV cooptados por el oficialismo.
El cable, titulado 'Clarín lidera la lista de empresas argentinas con cuentas sin declarar en el HSBC de Suiza', intentó reeditar una ya gastada mentira, al sostener que Cablevisión 'lidera la lista de argentinos con fondos en Ginebra no declarados ante la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP)'. Además, en el colmo de la manipulación, intentó vincular la falsa noticia con una información publicada por el diario La Nación, en la que justamente estaba explicado que se trataba de fondos declarados y con un destino específico.
En efecto, como ya Cablevisión y el Grupo Clarín manifestaron oficialmente en dos oportunidades (a fines de 2014, cuando el kirchnerismo intentó ensuciarlos con este tema), las cuentas en Suiza de Cablevisión y de su antecesora Multicanal fueron debidamente registradas y declaradas ante el fisco, y se abrieron para pagar obligaciones financieras en el exterior. Pero la verdad es siempre un detalle menor para el kirchnerismo, y sobre todo en este contexto de desconcierto en el que se mueve desde la muerte del fiscal Alberto Nisman.
Luego de varios años de hostigamiento constante contra quienes piensan distinto o informan sin seguir el libreto oficial, en Argentina parece haberse naturalizado el uso escandaloso de la agencia estatal de noticias para acusar, mentir y difamar. Pero se trata de una profunda distorsión que deberá ser abordada si el país quiere asomarse a estándares algo más profesionales y democráticos en la comunicación pública".