En medio de tensiones en Cambiemos por la divisoria de aguas ante el proyecto de despenalización del aborto, la vicepresidenta Gabriela Michetti alineó este jueves en una fotografía con fuerte contenido político a cientos de funcionarios y legisladores de Cambiemos, que predicaron su mensaje "a favor de las dos vidas" en la Plaza del Congreso.
En una suerte de contraofensiva de la facción autodenominada "pro vida" dentro de Cambiemos, Michetti fue la protagonista estelar de una movida política que tuvo como finalidad contrapesar la visibilidad que había tenido la puesta en escena mediática que el martes pasado habían montado los partidarios del aborto legal, con una fotografía similar en el mismo escenario, con el Palacio Legislativo de fondo.
Con pañuelos celestes atados al cuello y al grito de "sí a la vida", Michetti logró la imagen que buscaba, rodeada de los ministros Luis Caputo (Finanzas), Guillermo Dietrich (Transporte), Alejandro Finocchiaro (Educación) y Andrés Ibarra (Modernización).
También se sumaron a la foto los senadores Federico Pinedo, Marta Varela, Inés Brizuela y Doria, Myriam Bodyajian, Silvia Elías de Pérez, los diputados Carmen Polledo, Gabriela Burgos, Luis Petri, Eduardo Cáceres, Martín Maquieyra, Martín Medina, Lucas Incicco y Karina Molina; el titular de ANSES, Emilio Basavilbaso, y el vicepresidente del Banco Nación, Juan José Gómez Centurión.
Consultada por la prensa, Michetti le bajó el tono a la "guerra de fotos" al sostener que no existe "ninguna fractura" y "ningún quiebre" en el Gobierno.
"Es más, tenemos una relación de trabajo muy fluida, y en algunos casos hasta de amistad con personas que se han manifestado en la otra postura", afirmó.
"Queríamos dejar en claro que al interior de Cambiemos, al igual que en todas las coaliciones, hay distintas posturas, no que hay una postura partidaria sobre esto", dijo a la agencia Noticias Argentinas.
Si bien aseguró que "es una lástima que se haya llegado a este punto" de tener que debatir la legalización del aborto, reconoció que "en todos los países" esto se esta produciendo y que "hay que aceptar que esto es así".
"Hay que aceptar esta realidad y no pelear contra ella. Muchos creemos en Dios pero esto no está ligado a la religión sino al humanismo. Desde el humanismo es que uno cuida la vida. No hay sentido de derechos humanos si no hay sentido de la vida. Esto es lo que queremos cuidar", concluyó Michetti.
Por su parte, Pinedo rescató "el valor de la vida como el primer valor de la convivencia", y afirmó que "en el código de Convivencia, que es el Código Penal, no puede eliminarse la protección de la vida".
El senador macrista se mostró confiado en tener en el Senado el número suficiente para bloquear la iniciativa de legalización, pero de todas maneras dijo que es optimista en que el proyecto no conseguirá la media sanción el Diputados.
"Somos mayoría los que estamos en contra de la legalización. De todas maneras creo que puede ganar el ´no´ en Diputados", agregó.
Pese a las desmentidas sobre un supuesto clima picado en el oficialismo a raíz de este tema, lo cierto es que la tensión escaló de nivel a tal punto que el presidente Mauricio Macri tuvo que convocar el martes pasado a Daniel Lipovetsky (a favor) y a Carmen Polledo (en contra) para que se encarguen personalmente de moderar los ánimos y las pasiones en las filas oficialistas, ya que todavía resta un largo trecho hasta fin de año y el Gobierno quiere evitar heridas que después dificulten el trabajo en equipo para la agenda legislativa.