“En el Senado se va a corregir”. Sin titubear, una fuente del oficialismo en el Congreso confirmó que el proyecto de reforma del Código Procesal Penal va a sufrir modificaciones antes de ser aprobado. Pero una vez más, cuando el Gobierno acepta hacer modificaciones es porque encuentra dificultades en la tropa propia.
En este caso, hay dos puntos que generaron disconformidad en sectores del kirchnerismo: el trato que recibirían los extranjeros en el nuevo código de procedimientos y el concepto de “conmoción social” como argumento para frenar una excarcelación. Sin embargo, según pudo averiguar PERFIL, el Gobierno sólo aceptaría cambios en el segundo punto, que fue el que mayor revuelo generó. Fuentes judiciales llegaron a decir que podía ser tildado de inconstitucional. Y otros, además, recordaron que era una medida dispuesta por Jorge Videla en la última dictadura militar.
El punto sobre los extranjeros, sin embargo, es difícil que reciba modificaciones. “El tema, en realidad, no es tan grave, el problema es que no ayudan las declaraciones de (Sergio) Berni”, consideró una voz oficialista que se viene mostrando en la vereda de enfrente del secretario de Seguridad.
En los últimos meses, varios puntos de proyectos impulsados por el kirchnerismo tensaron la relación interna del bloque, sobre todo en la Cámara de Diputados. Los legisladores del Movimiento Evita (Leandro Grosso, Remo Carlotto, Adela Segarra) y algunos de Nuevo Encuentro (el partido de Martín Sabbatella) fueron los que más alzaron la voz. Grosso, precisamente, compartió una nota en las redes sociales donde se critica la criminalización de los inmigrantes y se la compara con frases de Silvio Berlusconi y Carlos Menem. La tensión ya se vivió en la votación del nuevo Código Civil y Comercial, donde quisieron votar en contra del artículo que establecía que la vida humana comienza en la concepción.
También generó rispideces en el bloque la iniciativa que promovía Berni para reglamentar las protestas sociales. La postura contraria de una gran parte del bloque impidió que se alcanzara un consenso, por lo que el tema quedó estancado.
El debate por el Código Procesal Penal no parece ser la excepción.