El país cumplió este viernes con su primera jornada de una cuarentena que, en principio, se extenderá por 12 largos días, hasta el martes 31 de marzo. Desde las 0, se puso en marcha el “aislamiento social, preventivo y obligatorio”, el nombre que el gobierno de Alberto Fernández le dio a una cuarentena que se venía anticipando desde las primeras horas del jueves.
"Gracias a todos y a todas por haber comprendido y por permanecer en sus casas. Si estamos unidos y cumplimos las disposiciones, esto pasará pronto. Le envío a cada uno y cada una mi abrazo a la distancia", posteó el Presidente a través de las redes sociales promediando el día, tratando de dar ánimo a una situación que se repitió en todos los rincones del país. Con el hashtag #QuedateEnCasa, la primera dama Fabiola Yáñez difundió por Instagram un mensaje en el que distintos famosos repetían la consigna.
En distintos puntos del país las postales de calles vacías se fueron sucediendo. La Avenida 9 de Julio, que ya venía con poco tránsito durante toda la semana, amaneció prácticamente vacía, al igual que la Plaza de Mayo, una de las zonas porteñas de mayor afluencia en horario laboral. De acuerdo a los primeros datos difundidos, hubo una reducción de cerca del 80% del tránsito vehicular en avenidas y autopistas en el área metropolitana, que no cobraron peaje.
Las estaciones de Once, Retiro y Constitución, en cambio, fueron algunos de los destinos obligados de aquellos que, por cumplir con servicios esenciales, debieron salir del aislamiento y trasladarse por la Ciudad. En esos tres nodos es donde se registraron controles policiales para requerir credenciales, permiso o algún documento que justificara la necesidad del traslado. Entre la Provincia y la Ciudad de Buenos Aires se registraron más de 700 denuncias sobre personas por supuesta violación del aislamiento que se estaban investigando y unos 90 detenidos en todo el país por no cumplir con el confinamiento.
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En ciudades del interior como Córdoba, Mar del Plata, Rosario y Paraná la dinámica fue similar y promete seguir profundizándose la cuarentena una vez que comience el fin de semana largo y se restrinja aún más la actividad. La Corte Suprema, por su parte, ordenó una feria judicial “extraordinaria” hasta fin de mes, en consonancia con el DNU presidencial, con una cobertura mínima para las denuncias que requieran atención urgente.
Como un feriado. “Pasajeros solo sentados”, es la leyenda del cartel que tiene buena parte de los colectivos que circulan por la Ciudad de Buenos Aires. Con un cronograma de feriado y con pocos pasajeros con estricta necesidad de utilizar el servicio, los colectivos, al igual que los trenes y subtes, cumplieron con uno de los servicios esenciales que redujeron frecuencias pero no detuvieron su andar. Los trenes se detienen en las estaciones más importantes y los subtes solo funcionan entre las cabeceras y las paradas que permiten hacer combinaciones.
Las 4800 estaciones de servicio de todo el país que comprometieron su abastecimiento, los cajeros automáticos y negocios de cercanía como mercados, verdulerías, fiambrerías y carnicerías son los que permanecerán abiertos durante los días que se extienda la cuarentena aunque con ciertas condiciones como mantener la distancia entre los usuarios que, en la mayoría de los casos, obligan a hacer fila afuera para esperar el turno. Saludos con el codo, alcohol en gel junto a la bolsa de las compras y algunos barbijos acompañados de guantes fueron estrategias que se vieron en los barrios al momento de salir a la calle.
En un hipermercado de Devoto, por ejemplo, el máximo de personas en el salón era de 50: una vez cubierto el cupo, no se permitía el ingreso de ningún cliente hasta que no saliera otro. El problema aquí era la espera ya que en tiempos de restricciones la mayoría quiere llenar su changuito.
Con las clases suspendidas desde el lunes 16, los chicos, junto con los adultos mayores, son los que menos se ven por las calles. En muchas familias, se designó a un único integrante de la familia para hacer las compras, asistir a algún familiar o hacer algún trámite ineludible y a diferencia de lo que sucedía en los días previos, los más chicos están recluidos en las casas, con tareas escolares pendientes.