POLITICA
la estrategia del kirchnerismo

Cristina incentiva la pelea entre Scioli y Randazzo para sumar votos al FpV

Quiere evitar que el gobernador se consagre anticipadamente y le quite atractivo a la primaria oficialista.

Una boleta duplicada.
| Cedoc

El objetivo de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner es que, al contar los votos de las primarias, la competencia entre los candidatos del oficialismo Daniel Scioli y Florencio Randazzo se imponga claramente al resto. Para ello, el Gobierno ya trazó una estrategia que busca que el enfrentamiento entre ambos sea competitivo, mantenga la tensión hasta el final y ninguno se consagre antes de tiempo.

Con esta finalidad, en la última semana la mandataria dejó que el ministro del Interior y Transporte volviera a orientar sus ataques hacia el gobernador bonaerense. Desde hacía algunos días Scioli se había vuelto a instalar como la opción ganadora del oficialismo, algo que a 78 días de la elección los armadores de la Casa Rosada buscan evitar.

Distintos gobernadores e intendentes desfilaron en los últimos días por el despacho del secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, quien, además de ser la voz de campaña de la Presidenta, es el dueño de la lapicera que con su firma habilitará las listas de candidatos.

Quienes escucharon al funcionario aseguran que en las conversaciones sobre la ingeniería electoral no mostró favoritismo por ninguno de los dos postulantes a la presidencia y, en cambio, adelantó que habrá listas de unidad en los distintos territorios.

Zannini encargó a los gobernadores que la semana previa al cierre de listas (los candidatos se inscriben el 20 de junio) lleguen a la Rosada con la lista de diputados, senadores y parlamentarios del Mercosur consensuada con las diferentes facciones del oficialismo en sus territorios.

En este sentido, se repite el pedido del baño de humildad que la Presidenta hizo a los candidatos a gobernador bonaerense. En caso de que no llegue, tal como los tiene acostumbrados, puede haber modificaciones a las listas de último momento.

Zannini dejó muy claro que debemos arreglar nuestras internas y llegar con una lista unificada para colgar de las boletas de Randazzo y de Scioli. No habrá diferentes listas y todos debemos empujar por igual a los dos presidenciables”, explicó un gobernador que pasó por la Casa Rosada esta semana.

Los intendentes de la provincia de Buenos Aires recibieron la misma orden: sus nombres se repetirán en las dos tiras que encabezarán los postulantes a suceder a Cristina.

Aún debe terminar de depurarse la lista de candidatos a gobernador en el territorio bonaerense. Incluso, en algunos despachos ven la nueva arremetida contra Scioli como mensaje para que finalmente haga bajar de la lista a Martín Insaurralde (intendente de Lomas de Zamora) y Fernando Espinoza (jefe comunal de La Matanza).

Sin bendición. Hasta ahora, los distintos dirigentes que escucharon la voz kirchnerista no recibieron el mandato de apoyar a uno de los dos postulantes. “La pelea entre Randazzo y Scioli tiene el objetivo de potenciar la interna para que en el cuarto oscuro la gente elija esta opción”, explica un intendente del conurbano bonaerense que lleva varias elecciones ganadas.

En cambio, anotaron como tarea que, en sus distritos, deben llegar al 45% de los votos. Los intendentes que puedan garantizar estos números no tendrán postulantes con quienes competir en sus territorios, pero los alcaldes que no tienen esta legitimidad ya saben que deberán pelear con candidatos a intendente que puede hacer tambalear su poderío local.

En caso de que la bendición de Cristina a uno de los presidenciables no llegue, gobernadores, intendentes y legisladores pretenden definir sus apoyos antes de la interna de agosto. En cambio, si la mandataria erige a uno de los postulantes, los dirigentes aseguran que se encolumnarán detrás de su decisión, aunque sea la menos competitiva.

“Nos sentimos orgullosos de la transformación que le dio el kirchnerismo a este país. Si Cristina nos dice que vamos con el Pato Donald, nosotros vamos con el Pato Donald. Aunque no gane y aunque salga último, acompañamos a la Presidenta”, grafica ante PERFIL el intendente de Ensenada, Mario Secco.

Los votantes del Frente para la Victoria parecen ir en este sentido. Según un sondeo nacional sobre mil casos de Consultores en Políticas Públicas, al 81,3% le gustaría que la Presidenta tenga una fuerte influencia en la elección.

De esta encuesta realizada entre el 8 y el 12 de mayo surge que, en caso de que Cristina Kirchner anunciara una preferencia entre Randazzo y Scioli, al 84,4 % de los consultados le darían más ganas de votar a ese candidato.

En cambio, al 9,4 % le darían menos ganas de elegir al postulante de la presidenta y al 6,3 % le sería indiferente.


Das Neves, a varias puntas

El pedido de que los dos postulantes del oficialismo lleven los mismos nombres en los otros cuerpos de las boletas llegó a los candidatos de la oposición. En este caso, el diputado Mario Das Neves, que mantiene una alta intención de voto para volver a la gobernación de Chubut, estuvo el jueves por la noche reunido con los apoderados del PJ.

Das Neves mantiene la alianza con Sergio Massa, pero en los últimos días había recibido el pedido de su amigo Daniel Scioli de también llevar su boleta. Ante esta posibilidad, la Casa Rosada no quiere que Randazzo se quede afuera y el jueves revisó con el chubutense las normas que le permitirían colar al ministro del Interior en la papeleta.