La salud de Cristina Kirchner vuelve a ocupar la agenda política. Ayer, por un episodio doméstico que no trascendió, la Presidenta sufrió un esguince de tobillo y debió viajar de emergencia a Capital, para ser atendida en un hospital porteño.
En silla de ruedas y con una tobillera ortopédica, volvió del sur ayer pasadas las 22, luego de haber sido atendida de urgencia en el Hospital Regional de Río Gallegos, donde se le realizó una placa y se determinó que sufrió un esguince del tobillo izquierdo. Entró por la puerta lateral del establecimiento en un minucioso operativo de seguridad presidencial.
Según reveló el diario TiempoSur, estuvo acompañada de sus propio equipo médico. El origen de la lesión habría sido un “resbalón” en su casa. Según reconstruyó la agencia de noticias Opi Santa Cruz, el propio hijo de la presidenta, Máximo Kirchner, llegó al hospital pasadas las 18 de ayer con parte de la custodia presidencial.
Según trascendió, la nueva lesión que sufrió Cristina es en el mismo pie donde se ya se había lastimado en marzo de este año, justo en la semana que se reunió con el papa Francisco. Cristina había llegado a Roma en esa oportunidad también con una bota ortopédica.
Sorprende la dolencia presidencial, sobre todo porque la primera mandataria no tuvo ningún tipo de actividad oficial ayer. Se recluyó con su familia en su casa Río Gallegos y recién tenía previsto volver a Capital el lunes, para mantener una reunión con representantes de la central gremial oficialista. El Hospital Regional de Río Gallegos –donde fue atendida ayer– fue inaugurado por Néstor Kirchner, durante su gestión como gobernador. Tiene nivel de alta prestación, pero desde hace unos años el sistema de salud provincial viene padeciendo duros cuestionamientos. Inicialmente contaba con nivel 8 de complejidad, pero hoy apenas cuenta con 6, en la escala que mide “la tecnología” médica. De hecho, a la falta de recursos humanos que se evidencia desde hace tiempo, hace poco días –el miércoles 17 de diciembre– cumplió un año sin funcionar el tomógrafo computarizado. El director médico del Hospital Regional, Hugo Cilacioni, informó hace horas que el resonador se encuentra en “etapa final administrativa”, pero desde la asociación de los profesionales Aprosa denunciaron que no hay firmados convenios específicos para el mantenimiento.
Los cuestionamientos a la situación de la salud provincial vienen siendo un caballito de batalla del kirchnerismo desde hace por lo menos 2 años y medio, a partir del distanciamiento con el Gobernador Daniel Peralta. Desde el Centro Articulador de Políticas Sanitarias, que depende del Ministerio de Salud nacional, que encabeza a nivel local la nuera de la Presidenta, Rocío García, La Cámpora le cuestiona a Peralta que las respuestas a los problemas de la salud llegan desde la Nación y no de la Provincia.