El presidente de Austral Construcciones, Julio Mendoza, declaró hoy en indagatoria ante el juez federal Sebastián Casanello, rechazó las acusaciones por lavado de dinero, y afirmó que el dinero de la empresa de Lázaro Báez "era blanco".
Así, el empresario refutó al imputado protegido Leonardo Fariña y defendió la operación con Helvetic Service Group, la empresa propietaria de SGI. En esa financiera, más conocida como "La Rosadita", fue donde se vio contando millones de dólares al hijo de Báez y a su contador, Daniel Pérez Gadín, entre otros.
Mendoza explicó que "el sector contable y financiero de Austral Construcciones respondía al accionista mayoritario", es decir Lázaro Báez, quien tenía el 95 % del paquete accionario, según informó la agencia DyN.
El imputado no contestó preguntas, sino que presentó un escrito en el que afirmó que nunca se ocupó de los temas contables de la firma porque es ingeniero. Pero defendió la operación que se hizo con Helvetic Group por considerarla "transparente".
"La de Helvetic fue una operación transparente, bancarizada, en la que intervino el Banco Nación", remarcó. A su vez, señaló que Austral Construcciones aumentó el capital a través de la emisión de nuevas acciones por decisión de una asamblea de accionistas.
Cinco meses más tarde, agregó Mendoza, apareció Helvetic como "socio extranjero" para participar de la construcción de las represas "Néstor Kirchner" y "Jorge Cepernic". El empresario afirmó que "el dinero de Austral Construcciones era todo blanco".