El ministro del Interior, Diego Santilli, recurrió a la frase “Pasamos de incorporar ‘llamas metralletas’ a aviones de combate F-16” para marcar el contraste entre la política de defensa del Gobierno de Javier Milei y la gestión militar de años anteriores. Aquel mensaje retomó el episodio viral de 2020 en Jujuy, cuando el entonces gobernador Gerardo Morales presentó 20 llamas como parte del apoyo logístico del Ejército en operativos contra el narcotráfico.
Según su publicación, Santilli incluyó dos imágenes: la llama con un arma —convertida en meme durante la pandemia— y una foto de Javier Milei sentado en la cabina de uno de los nuevos F-16. Además, felicitó al exministro de Defensa Luis Petri con un breve mensaje: “Gran trabajo”. El gesto buscó reforzar la idea de continuidad en el rumbo de defensa.
Así, el ministro se sumó así a la ofensiva comunicacional del Gobierno, que busca presentar la llegada de los F-16 como un salto estratégico. El proyecto con Dinamarca incluye 24 aviones F-16AM/BM, equipados con radares más modernos, capacidad supersónica y sistemas de navegación superiores a los modelos utilizados por la Argentina.
Tomada como un hito reciente, se trata de la mayor compra militar desde los años noventa y forma parte del plan para recuperar capacidades aéreas perdidas desde 2015, en línea con los objetivos oficiales actuales.

En la previa al mensaje de Santilli, Milei encabezó un acto en la Base Área Material Río Cuarto, donde mostró los primeros seis cazas ingresados al país y los definió como “ángeles protectores” del espacio aéreo. A lo largo de su discurso, agradeció a Petri y sostuvo que los gobiernos anteriores dejaron a la Argentina “pobre, indefensa y sin poder disuasorio”.
Sumado a eso, planteó que el concepto de soberanía fue “vacío” en administraciones previas y que, según su visión, la defensa es una condición central para el desarrollo económico sostenido. El presidente incluso subió a la cabina de uno de los aviones junto a su hermana, Karina Milei, en una puesta en escena que buscó consolidar la narrativa.
Aunque, desde la oposición respondieron con críticas. El exministro de Defensa Agustín Rossi afirmó que “no es soberanía haber comprado un avión cuya capacidad disuasoria no se puede utilizar en el Atlántico Sur frente a la ocupación ilegal británica en Malvinas”. También cuestionó el uso político de la compra y advirtió que la operación implica costos de mantenimiento elevados para los próximos años.
Cuál es el origen de las “llamas metralletas” y por qué se volvieron virales

El origen de las “llamas metralletas” se remonta a septiembre de 2020, cuando el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, anunció la entrega de 20 llamas al Ejército Argentino para reforzar las tareas del Grupo de Artillería 5 en la Puna. Aquellos animales, provenientes del departamento de Yavi, fueron incorporados como apoyo logístico en zonas de difícil acceso, donde los vehículos suelen quedar inutilizados por la altura, el clima o la geografía.
Su función era transportar cargas, equipos de comunicación, raciones y herramientas durante operativos contra el narcotráfico y en intervenciones ante desastres naturales, incluyendo apoyo logístico especializado.
Aunque el Ejército ya tenía experiencia en el uso de animales para operaciones de montaña —como ocurre en otros países con mulas o burros—, la presentación pública del programa terminó generando un episodio inesperado. En el acto oficial, una de las llamas fue fotografiada con un arnés al que, de manera demostrativa y sin capacidad operativa, se sumó un fusil como parte de la exhibición del material que pueden transportar.
Esa imagen, difundida por medios locales y replicada en redes sociales, derivó en una ola de memes.
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