El kirchnerismo, con el apoyo de los bloques opositores de la UCR, el PRO, el socialismo, el Frente Renovador, la Coalición Cívica y el delasotismo, entrada la madrugada, dio media sanción con 223 votos afirmativos y 5 votos negativos en la Cámara de Diputados al proyecto de re-estatización de la administración del servicio ferroviario.
Luego de más de ocho horas de debate, el ministro de Interior y Transporte y precandidato presidencial Florencio Randazzo se hizo presente en el Congreso, donde celebró "el respaldo de los bloques de la oposición" y destacó que "la ley nos da la posibilidad de convenir las concesiones, entendiendo que es innegociable la potestad del Estado nacional sobre las vías".
En ese sentido, señaló que con la puesta en marcha de la norma, que todavía debe pasar por el Senado, el Gobierno renegociará las concesiones con las dos empresas a nivel metropolitano en el servicio de pasajeros y con las tres destinadas a cargas, las cuales deberán pagar peaje para utilizar las vías.
En el recinto, la mayoría de los bloques habían adelantado el sentido de su voto: por la afirmativa en general y particular se habían pronunciado el Frente Para la Victoria y sus aliados habituales, mientras que en general -aunque con disensos en particular- se expresaron el PRO, la UCR, el Frente Renovador, la Coalición Cívico, el delasotismo de Unión por Córdoba y el diputado sciolista Omar Plaini. En tanto, el socialismo todavía no había definido su postura aunque se inclinaba en su mayoría por acompañar la votación en general, presionados por los legisladores santafesinos que no podrían no votar el proyecto en el momento en que se habilitó el tren Buenos Aires-Rosario.
Mientras, por la abstención se habían pronunciado los legisladores de Proyecto Sur, el GEN, Libres del Sur y Unidad Popular; el único bloque que anunció el voto en contra fue el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT).
La titular de la Comisión de Transporte, la randazzista María Eugenia Zamarreño, al defender la iniciativa aseguró que el Estado puede "gestionar mejor que los privados" los trenes y destacó la decisión del ex presidente Néstor Kirchner y de la actual mandataria, Cristina Fernández, de recuperar los ferrocarriles con el fin de que "el Estado Nacional vuelva a asumir una potestad que le es propia, pero que fue entregada a los privados".
En tanto, el jefe del bloque Unión Por Córdoba, Juan Schiaretti, expresó el respaldo de su bancada en general, aunque marcó críticas en referencia al articulado, sobre todo porque la iniciativa no declara al sector "servicio público estratégico", según indicó.
Antes, el macrista Federico Sturzenegger comentó que el apoyo de su bloque se debe a que la ley "reactivará la inversión privada y pública" y dijo que el PRO ve "con buenos ojos que lo hayamos podido debatir -como siempre debería haber sido- y hasta habiendo aceptado algún pedido importante de modificación que nosotros acercamos".
Néstor Pitrola, del Partido Obrero, recordó que su bloque presentó un proyecto de re-estatización alternativo y afirmó que "la Ley Randazzo es una ley privatista", porque "establece una renegociación de contratos y pasa una esponja a 20 años de robo de los concesionarios".
La jefa del GEN, Margarita Stolbizer, calificó el proyecto como "puro merchandising" y sostuvo que responde a "una necesidad electoral del Gobierno por encima de realizar un cambio de fondo".
El renovador Felipe Solá respaldó la propuesta y dijo que "toda mejora de los ferrocarriles es un intento válido de mejorar un desastre", pero aprovechó para criticar la política ferroviaria de los últimos 30 años, y descartó que se trate de un "proyecto de reestatización; es proyecto de reordenamiento", dijo.