Una original investigación llevada a cabo por el periodista y ensayista Diego Bigongiari recopiló "doce años de groserías, insultos y descaros de Néstor Kirchner, Cristina Fernández de Kirchner y varios de los que se movieron al ritmo de su prepotencia y su mala educación".
Así es descripto el nuevo libro "Guarangadas K" de la editorial Margen Izquierdo, de Luis Majul, cuyos ejemplares ya se pueden encontrar en las librerías.
En diálogo con Perfil.com, Bigongiari explicó el origen del libro el cual tuvo un casual rebote en el día de ayer, al inaugurarse la estatua de Juana Azurduy en la Casa Rosada junto a Evo Morales.
"El disparador fue casualmente lo mismo que pasó ayer. Yo tengo la doble ciudadanía, soy hijo de italianos. Y cuando la Señora decidió desmantelar el monumento a Cristóbal Colón a mí me dio un ataque de caspa. No soy simpatizante de los K, pero cuando vi eso sentí un atropello y me dije 'yo aca tengo que retribuir esto'. '¡Es una guarangada!', pensé y así comenzó la idea".
"Primero todo comenzó con una recopilación de mi propio archivo (libros, recortes de diarios, Youtube, etc). Esto ocupa dos tercios del libros, son cosas que ya fueron publicadas tanto en la prensa argentina como en la extranjera. Pero el libro también incluye una extensa parte de investigación propia con entrevistas a diplomáticos y funcionarios que en muchos casos hablaron bajo condición de estricto off the record. Me contaron cosas de la trastienda, que no fueron publicadas", describió el autor.
Al recordar alguna de las más curiosas "guarangadas K", nombró: "Las hay para todos los gustos, son cómicas y tristes al mismo tiempo si se quiere. Lamentablemente las más graves son las que tiene que ver con las relaciones exteriores, que en general son las que menos importan a la mayoría de la población argentina".
"Pero si me preguntás a mí, yo empezaría por la Contracumbre a la Cumbre de las Américas la cual había sido gestada sólo para insultar a George Bush (hijo). Otro momento, fue cuando Héctor Timerman fue a Aeroparque con unas pinzas para abrir una valija de los Estados Unidos frente a la mirada atónita de los marines que recibieron la orden de quedarse en el molde porque sino la cosa hubiera pasado a mayor".
En el plano más doméstico: "Otra cosa que no tiene precedentes que es menos escandalosa pero es igualmente grave es cuando Néstor Kichner dejó de hacer algo que todos los jefes de Estado hacen, que es recibir a los embajadores extranjeros cuando presentan sus cartas credenciales
Los reyes del mundo hasta te mandan sus carrozas, te llevan al palacio. Kirchner esto lo hizo una sola vez, cuando recibió al Nuncio Apostólico, lo tuvo dos horas paseando por Buenos Aires y despues dejó de hacerlo. Esto es una ofensa. Ella también continuó con esto aunque luego lo adaptó al recibir sencillamente de pie y en grupo a varios embajadores".
Vamos por todo. Lo dijo Cristina en Rosario, en febrero de 2012, fue gravísimo. Pero hay muchas más: en una ocasión y por cadena nacional agravió a un ministro español por ser 'pelado'. Dijo: 'Este pelado me hizo atragantar la tostada en el desayuno'. Es difícil encontrar un presidente que insulte a un ministro de otro país.
"La del 'abuelito amarrete' es otro capítulo sin precedentes tampoco, así como también la presunta conferencia de prensa que mantuvo Cristina en Harvard con los estudiantes. Fue como una especie de guía de manual de cómo no comportarse ante auditorios internacionales", agregó.
"En definitiva son más de 150 anécdotas que van desde el maltrato que recibía Jorge Bergoglio antes de ser Papa; el abuso de las cadenas nacionales, el cual el broche de oro fue cuando la usó para defender a su hijo. El recordado juego con el bastón de Néstor Kirchner ya es un clásico y además están los que acompañaron, Como Capitanich rompiendo el diario y Boudou cuando hizo la conferencia de prensa", señaló Bigongiari.
Al realizar un análisis sobre porqué pasó esto y si fue consecuencia de los momentos que vivió la sociedad argentina post-2001, opinó: "Hemos perdido los parámetros. Pero hay muy pocos precedentes. Creo que hay características personales de Néstor y Cristina. Ya eran así desde antes, desde Santa Cruz, con maltratos. Y quizás también Kirchner vio tambien que cuando asumio con 22,5% de los votos, la idea era sobreactuar algunos gestos (como bajar el cuadro) como para pisar fuerte y afirmarse y encontró que eso de alguna forma le retribuia y le pagaba y siguió por esa huella".
Y concluyó: "De momento, las guarangadas se terminarían el 10 de diciembre porque ningún candidato presidencial tiene estas características. Ni siquiera el oficialista, Scioli, de quien prácticamente no hay registro de puteadas, ni de maltratos. La cosa extraña es que así han tratado siempre a amigos y enemigos. Lo hicieron hasta con Lula, plantones, maltratos. Cristina estropeó la relación con Dilma".
Respecto de si las "guarangadas K" podría continuar desde el Congreso en el hipotético caso de que Macri ganara la presidencia, respondió: "Es que este tipo de actitudes son posibles cuando están investidos del poder. Si no están investidos del poder es difícil porque se te vuelve en contra. Si sos la voz cantante y tratás así a todo el mundo, se vuelve un estilo y asi nos parece normal. Pero cuando pasemos a cierto decoro, quedás como en offside si desde la oposicion seguis a la puteadas".