Rubén Benítez, uno de los custodios que estaba a cargo de la protección del fiscal Alberto Nisman horas antes de su muerte, ratificó que el titular de la UFI-AMIA le pidió que le consiguiera un arma, y reveló que agentes de la ex SIDE estuvieron asignados a la seguridad del funcionario en los primeros años de su gestión.
"En la custodia había gente de la SIDE. No sé quiénes eran pero el propio Nisman nos advirtió que iba a trabajar con gente de la Secretaría" de inteligencia, afirmó el custodio en indagatoria, según reconstruyeron ante DyN fuentes de la causa. Benítez afirmó además que durante 15 años trabajó con Nisman, que su función era limitarse a ser chofer y que el fiscal "tenía pocas pulgas" y "se molestaba si lo molestaban", añadieron las fuentes.
De esta manera, el agente declaró ante el juez Julián Ercolini y el fiscal Eduardo Taiano, acusado de incumplimiento de los deberes de funcionario público, en el marco de la causa que investiga el presunto homicidio del fiscal que cuatro días antes había denunciado a la entonces presidenta Cristina Fernández por encubrimiento a Irán en el ataque a la AMIA. En sintonía con lo que había declarado ante la jueza Fabiana Palmaghini, ex magistrada de la causa cuando estuvo en el fuero criminal ordinario, Benítez ratificó que Nisman le había pedido que le comprara un arma por la seguridad de sus hijas unos días antes de su muerte.