Acompañado por el gastronómico Luis Barrionuevo, el ex presidente Eduardo Duhalde no para de autoproclamarse el candidato a presidente para las elecciones de 2011, y lo hace adjudicándose una victoria que no le pertenece: “Ya le hemos ganado ( a Néstor Kirchner ) el 28 de junio pasado”, volvió a señalar en un acto en La Matanza, refiriéndose a la victoria de otro peronista federal, Francisco De Narváez.
Barrionuevo, en tanto, se ocupó de fustigar a los “chicos lindos” del gobierno, en una clara referencia al ministro de Economía Amado Boudou, que salió a hacer campaña caminando por territorio bonaerense.
“ Volveré como presidente de todos los argentinos”, se ufanó nuevamente Duhalde en el acto que forma parte de sus recorridas por la provincia de Buenos Aires, mientras sus tambaleantes aliados del Peronismo Federal boicotean sus actos y se rehusaron a reunirse en Paraná el próximo 4 de septiembre, tal como lo informó hoy el Diario Perfil en su edición impresa.
Y volvió a proclamarse “el candidato” del peronismo federal, invitado por Barrionuevo, jefe de la CGT Azul y Blanca, en un distrito convulsionado políticamente desde que su jefe territorial, Alberto Balestrini, sufrió un accidente cerebro vascular.
“Voy a trabajar para ser presidente; no le hagan caso a esos que dicen que voy a trabajar para otro”, afirmó el ex presidente en la inauguración de un local del gremio de Gastronómicos, a un año de los comicios internos, confiado en que obtendrá el triunfo.
Envalentonado, Duhalde aseguró que volverá a La Matanza “como presidente de todos los argentinos” y reiteró que las Fuerzas Armadas deben ser utilizadas para combatir la inseguridad. Mientras tanto, a su lado, Barrionuevo repetía que “Duhalde es el mejor” y disparó contra la campaña K, afirmando que “los chicos lindos como Amado Boudou no les dan solución a la gente”.
Con respecto a la relación con los dirigentes del Peronismo Federal, entre ellos, De Narváez, Carlos Reutemann, Felipe Solá y Mario Das Neves, el ex presidente sostuvo que este espacio “no se va separar” y que “todo se dirimirá en internas”. Y aprovechó los micrófonos para volver a apropiarse del último triunfo electoral en la provincia de Buenos Aires, pese a que varias veces se escuchó decir a De Narváez que “Duhalde no tuvo ninguna injerencia en la victoria”.
Más información, en la edición impresa del Diario Perfil
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