Los presuntos “valijeros” Leonardo Fariña y Federico Elaskar estuvieron durante poco más de ocho meses bajo la discreta mirada de agentes de la Drug Enforcement Administration (DEA), la oficina norteamericana antidroga. La investigación comenzó en Uruguay, a fines de febrero de 2011, y llegó hasta la pista del boliche porteño Esperanto.
El dato lo cuenta como anécdota un agente que llegó a la agencia antinarcóticos después de haber trabajado para una de la fuerzas federales criollas y haber pasado una larga temporada en la triple frontera. Sentado en una cómoda silla del restaurante Rond Point, sobre la avenida Figueroa Alcorta y Tagle, Roberto J. (pidió no dar su verdadera identidad) narra su versión de cómo se conocieron Fariña y Martín Báez, hijo del empresario K Lázaro Baéz.
El confidente de la DEA aseguró que la pesquisa se inició en las costas uruguayas a raíz de un requerimiento de la División Miami de la agencia norteamericana.
Según la fuente, que desde hace años no vive en Argentina, “Fariña toma contacto con Lázaro a través Martín. Los dos se conocen en Esperanto y se terminan haciendo amigos”. Ambos bebían en el sector vip del boliche junto a Elaskar y Matías Molinari, hijo del empresario millonario Carlos Molinari. “Después terminaron todos peleados pero los cuatro compartían mucho más que bebidas y negocios. No sé si se entiende la sutileza”, deslizó la fuente.
Roberto J. contó además que “hay otras financieras en ese círculo” y también dejó transcender la versión de una “lavadora de guita que va por río, vinculada a un sindicalista”.
La investigación habría durado lo mismo que un parto: “Fueron unos nueve meses. Algo de rutina, estos pibes nos podían llevar a los peces gordos”, analizó.
Según el agente de la DEA, los momentos en que Molinari padre “corta los negocios” con Fariña y que Lázaro “limpia las operaciones” de la empresa de Elaskar, coinciden.
Ante la consulta de PERFIL, el portavoz de la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires, Mark Naylor, fue contundente: “En respuesta a su solicitud de información sobre una investigación acerca de actividades de Martín Báez, Matías Molinari, Fernando (es Federico) Elaskar y Leonardo Fariña, la DEA no ha realizado una investigación en relación con esas personas. En respuesta a su solicitud de información sobre las visas, no podemos brindar información sobre el estatus de visa de ningún solicitante”.
Los organismos de seguridad de EE.UU. suelen hacer silencio cuando tienen una investigación abierta y, si es necesario, desmentirlo. Esa situación se dio cuando el FBI negó haber echado mano al caso del valijero venezolano Antonini Wilson. Meses más tarde la participación de esa agencia salió a la luz durante el juicio.
