Tras el regreso al escenario político luego de los problemas de salud de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, y junto con cambios drásticos en el Gabinete, la gestión de la comunicación del Gobierno nacional recae directamente en los nuevos ministros: el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el ministro de Economía, Axel Kicillof.
El primero de ellos marca la agenda del día con conversaciones con los periodistas acreditados en casa Rosada. En pocos días, el chaqueño ya brindó títulos sobre el control de precios, el Fútbol para Todos, la relación con los gobernadores, el precio de la soja y las negociaciones con Repsol; y marcó así una diferencia sustancial con un viejo estilo K: las conferencias de prensa sin preguntas.
Por su parte, Kicillof levantó el perfil del ministerio de Economía, acostumbrado a un exministro mudo, como era Hernán Lorenzino, que hasta escapó de una entrevista con una reportera griega cuando ésta le preguntó por la inflación. "Me quiero ir", le rogó a su asesora (aquí el video).
Mientras tanto, Cristina continúa con su agenda en Olivos. La última actividad oficial fue el martes 26 de noviembre cuando recibió a empresarios, ya sin luto.
La gran incógnita es saber si este diálogo, impracticable desde del kirchnerismo hace algunos meses, trascenderá la puesta en escena.
(*) de la redacción de Perfil.com.