POLITICA
aliados en la legislatura, rivales en el club

El Coti Nosiglia y sus hijos toman distancia de Angelici y se pasan a la oposición en Boca

Hasta que Riquelme alzó la voz en favor de Ameal, la agrupación del Coti Nosiglia se mantenía dentro del esquema oficialista de Angelici. La jugada del ídolo no les dejó margen.

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Riquelme. El Coti Nosiglia, junto al astro de Boca, en un acto de campaña del candidato Ameal. | CEDOC PERFIL.

El riquelmazo desbordó hacia la política. Una vez que Juan Román Riquelme tomó partido por la lista opositora de Amor Ameal y Mario Pergolini, el angelicismo entró en crisis y perdió aliados. Uno de los sectores que optaron por pasarse de bando fue el conducido por el mítico Enrique “Coti” Nosiglia, junto a sus hijos.

Así, una suerte de interna radical se coló en la elección por la presidencia xeneize, que se concretará mañana. La de Boca es una votación atravesada por el clima nacional, al haber sido el kilómetro cero de la carrera de Mauricio Macri. Y una derrota del oficialista Christian Gribaudo representaría un golpe simbólico fuerte (otro más) para el presidente saliente.

Los dirigentes de la UCR que militan y compiten en el club, sin embargo, tratan de no mezclar sus intereses: Boca y Estado, asunto separado. Si bien mañana serán rivales, Nosiglia y Daniel “Tano” Angelici sostienen la unidad dentro del radicalismo porteño. O al menos lo intentan. Los empuja un objetivo en común: cotizarse, mostrándole los dientes a un macrismo en retirada del poder.

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Bajo la conducción de Angelici, Nosiglia y Martín Lousteau, los radicales, armaron un bloque autónomo en la Legislatura porteña. En contra de lo que pretendía el alcalde Horacio Rodríguez Larreta, UCR-Evolución mantendrá cierta independencia de Juntos por el Cambio. Los nueve votos radicales (incluidos los del ex ministro de Seguridad porteña, el angelicista Martín Ocampo, y el legislador Juan Nosiglia) resultarán muy necesarios para Rodríguez Larreta. Sin ese aval, el alcalde solo alcanzaría 27 voluntades, sobre un total de 60. En concreto, no conseguiría ni una mayoría simple.

“La unidad en la Legislatura fue posterior a la división en Boca. Porque nosotros buscamos una mirada que exceda la Ciudad. Tenemos que recuperar autonomía y dejar de hacer seguidismo al PRO. Vamos a preservar Juntos por el Cambio, pero sin que el macrismo se imponga ante la UCR”, afirma el legislador Leandro Halperín, uno de los nueve diputados del bloque radical. Cerca de Angelici no son tan optimistas. La decisión del nosiglismo les cayó pésimo: “Nos mete mucho ruido”, admiten.

Hasta que Riquelme alzó la voz en favor de Ameal, la agrupación del Coti Nosiglia se mantenía dentro del esquema oficialista de Angelici. La jugada del ídolo no les dejó margen. “Si no lo hacíamos, los socios nos mataban”, admite un dirigente de Por un Boca Mejor, el sector liderado por los Nosiglia. Al ex ministro alfonsinista lo acompañan sus hijos Juan (ex presidente de la juventud radical) e Hipólito (vocero del ministro Germán Garavano).

En un acto realizado en el Club Villa Malcolm, Coti Nosiglia alteró su histórico perfil bajo. Pegado a Riquelme, el dirigente, de 70 años, afirmó: “Muchos de los que estamos aquí nos volvemos a juntar para recuperar la gloria de Boca, para volver a ser el mejor club del mundo”.

Gane o pierda Gribaudo, Angelici también imagina para sí mismo un futuro un poco alejado del macrismo puro. Planea profundizar su militancia en la UCR, cada vez más autónomo del PRO. Incluso, pelear en 2020 por la conducción del Comité Capital desde su agrupación Radicales por Argentina.