Ciento dieciséis diputados organizados en diez bloques. Sin dudas, la conformación parlamentaria de Juntos por el Cambio sufrió importantes modificaciones después del 10 de diciembre y en la sesión del Presupuesto la reorganización se hizo sentir.
Es que el principal espacio opositor venía trabajando en una coordinación tripartita entre UCR, PRO y Coalición Cívica, que ahora sumó nuevos actores de peso y complicó los acuerdos internos. Halcones y palomas, duros y conciliadores, y otras tantas dicotomías fueron surgiendo a lo largo de las 22 horas de sesión para marcar una misma realidad entre quienes estaban dispuestos a tomar una actitud más racional respecto al oficialismo y quienes insistían con dinamitar cualquier puente con el Frente de Todos.
El primer grupo, casualmente, integrado por aquellos que llevaron adelante la mayoría de las negociaciones y los referentes técnicos que formaron parte de la discusión del Presupuesto; y el otro, los más duros, que también tuvieron buen protagonismo en la campaña.
El miércoles pasado, en plena discusión y firma de dictámenes en la Comisión de Presupuesto y Hacienda, comenzaron a aflorar las primeras diferencias que no alcanzaban aún a tomar estado público. El cambio en la posición de la Coalición Cívica, que tenía previsto abstenerse como un gesto republicano y que finalmente anunció su decisión de votar en contra, fue uno de los síntomas internos, que el propio Juan López hizo saber en dos oportunidades durante la sesión.
“Llegar especulando a una sesión como esta, corriéndonos, atropellándonos, no es bueno. Y marcarlo me parece necesario, por más que no sea lo que quiera”, comentaba sobre la noche de jueves el “lilito” en el recinto. El dardo apuntaba a varios de sus socios de la UCR y del PRO que, según indican, habían negociado por su cuenta obras y fondos para universidades de distintos distritos. La postura ahora era unánime pero no por convicción sino por los recelos internos.
“Somos 116 diputados y no hay nadie que baje línea y diga: ‘Esto es lo que hacemos’. Nos hicieron una propuesta y la tuvimos que discutir los 116; y no nos da vergüenza, fuimos capaces de irnos y charlar”, comentó a PERFIL uno de los diputados que tuvo participación en las negociaciones con el oficialismo y que abogó hasta último momento por encontrar una solución. La lectura encierra uno de los principales temas que deberá resolver en el corto plazo JxC: ¿volverá a haber un conductor como Mario Negri? El cordobés ya anticipó que no tiene intenciones de hacerse cargo del interbloque, dividido en “archipiélagos”.
La propuesta del oficialismo que aceptaron los diputados opositores implicaba postergar hasta el martes la discusión, gestionar un nuevo texto y volver a tener la visita de Guzmán el lunes próximo. “No había posibilidad de que vuelva a comisión. Eso era darles oxígeno para que nos hagan trampa en el mientras tanto”, señaló otro diputado, que en ese momento avaló la decisión de la mayoría pero que ahora dice estar “conforme” con el resultado.
En lo que sí estuvieron todos de acuerdo fue en el voto en contra sobre el final de la sesión, luego de que Máximo Kirchner incendiara todos los entendimientos en privado. No hubo tiempo para otra reunión de los 116, pero las miradas, las reacciones y el fastidio lograron unificar la postura en un interbloque multicolor.