POLITICA
Falta de coordinación en el oficialismo

Alberto F negociaba cambios pero Máximo rompió el acuerdo y lo dejó sin Presupuesto

El Presidente había encabezado las conversaciones para tener ley, pero el discurso del diputado frenó el diálogo. Críticas desde Olivos mientras el kirchnerismo busca bajar la tensión.

20211218_maximo_kirchner_sergio_massa_na_g
Rechazo. Después de más de veinte horas de debate y fuertes cruces entre la oposición y el oficialismo, el Ejecutivo se quedó sin Presupuesto tras tener 132 votos negativos. | NA

Por unos minutos dudó y creyó que detrás del fuerte discurso de Máximo Kirchner había una estrategia legislativa. Trató de entender el movimiento, pero las horas pasaron y Alberto Fernández se convenció de que se había tratado de un error que terminó con el fracaso de una negociación que el Presidente pretendía extender hasta la semana próxima, convencido de que conseguiría torcer algunas voluntades de la oposición que lo llevarían a tener Presupuesto 2022. Pero el discurso del titular del bloque en plena sesión lo dejó sin acuerdo posible. El diputado asegura que los votos nunca estuvieron ni iban a estar. “La estrategia electoral de Juntos por el Cambio del ‘basta’ la van a llevar a cabo durante los próximos dos años, tienen la decisión política de no votarnos nada y no iban a votar esta ley”, repite. 

El propio Presidente había abierto la negociación con la oposición. Estaba convencido de que en su diálogo con el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, durante este fin de semana encontraría la manera de tener Presupuesto 2022. Tenía los números en la cabeza y pensaba en ocho legisladores de Juntos por el Cambio que entre ausencias y abstenciones colaborarían con su aprobación. Incluso mencionaba a Mario Negri y Cristian Ritondo como interlocutores para alcanzarlo. Pero nada de esto pudo suceder frente a la intervención de Máximo Kirchner en el recinto que aceleró el fin de la discusión. 

“Habiendo en esta Cámara un ex vicepresidente presente, un ex vice de Gobierno presente y una ex gobernadora de la provincia de Buenos Aires y un ex presidente de esta Cámara... me llama la atención poderosamente el comportamiento que está teniendo también un ex ministro del Interior del gobierno que nos precedió”, lanzó Kirchner. Y continuó: “Me llama poderosamente la atención el comportamiento que están teniendo ante una situación gravísima cuando endeudaron este país en 44 mil millones de dólares”. Minutos después la oposición anunciaba que no acompañaría el pedido de seguir negociando y apoyar el Presupuesto. 

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

El discurso de Máximo Kirchner que derribó el acuerdo con la oposición: "Aprendan a escuchar"
 

Para el titular del bloque de Diputados, los votos nunca estuvieron ni estarían la próxima semana. Incluso, Kirchner se lo adelantó a Fernández y al ministro de Economía, Martín Guzmán. En los días previos a la sesión les detalló que esta era una oposición radicalizada y que la palabra “basta” que usaron como eslogan de campaña anunciaba que no habría negociación posible. 

¿Por qué entonces se decidió darle un tratamiento exprés? “Fue un pedido de Guzmán, quería tener Presupuesto antes de que el FMI cierre su año”. Finalmente, el ministro se quedó sin la ley. 

“Nadie aseguraba los votos ni que algunos se abstuvieran”, repiten en el entorno del diputado. Sobre su discurso que encendió las críticas de la oposición y motivaron el rechazo del Presupuesto, explican que “no fue ni chicanero, ni violento, ni rupturista. Las menciones a Rogelio Frigerio o a María Eugenia Vidal tuvieron que ver con un llamado a la reflexión por la responsabilidad institucional que tuvieron. Lo cierto es que siempre buscaron dejarnos sin Presupuesto”, explican. Y sobre la posición del kirchnerismo durante la gestión de Mauricio Macri de no acompañar esta ley se adelantan: “Nunca podés dejar sin Presupuesto a un gobierno, no se vota cuando sabés que le sobran los números. Nosotros nos podíamos oponer porque había un sector del peronismo que acompañaba”. 

El Presidente siguió la sesión desde la quinta de Olivos mientras envió al ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, a extender la negociación. El propio Fernández había intercambiado chats con dirigentes radicales y confiaba en que la semana próxima conseguiría el apoyo de algunos de ellos para lograr la aprobación del Presupuesto. “Máximo se equivocó, no se dio cuenta de lo que iba a pasar, no tiene experiencia legislativa. Se calentó, les contestó y es algo que no tenés que hacer cuando lo que necesitás es que voten. El acuerdo que había era dejar que te puteen para después votar”, dicen desde Olivos. Y agregan: “El error también es soberbia, Máximo no es Cristina y quedó claro. Si en una semana estaban los votos o no hoy eso ya es ficción”. 

Al finalizar la sesión, Sergio Massa hizo silencio y solo respondió el chat de algunos funcionarios. Del Congreso se fue a la residencia presidencial. Quedó sorprendido ante el discurso del titular del bloque. Minutos antes había decidido no darle la palabra al diputado Leopoldo Moreau para que no respondiera los discursos opositores y así poder tener el acompañamiento de la oposición al pedido de que el proyecto regresara a comisión para revisar el contenido e  incorporar modificaciones. Pero no le pudo decir que no a Kirchner. 

Ya sin Presupuesto, desde el kirchnerismo buscan bajar la tensión. Aseguran que la oposición había aceptado “ir mansa” a la comisión para seguir “exponiendo al ministro Guzmán, estirar la discusión sobre inflación y otros números pero de todos modos iban a votar en contra”. Están convencidos de que Juntos por el Cambio no tenía una actitud negociadora, sino por el contrario: querían “estirar la agonía”. Y buscan encontrar algo positivo después de más de veinte horas de debate parlamentario. “Ahora sacamos rápido el DNU y seguimos trabajando”. En Olivos aún no encuentran explicación pero ya se resignaron. “No es tan malo prorrogar el Presupuesto por decreto”, dicen. El próximo movimiento al que se vio obligado el Presidente.