Los resultados de las primarias abiertas del pasado 11 de agosto muestran que a mayor nivel de pobreza mejor fue el desempeño de las listas que representaban al kirchnerismo. Además, la pérdida en comparación a los resultados de 2011 fue menor a la registrada en los grandes centros urbanos, lo que refleja que el respaldo a las políticas del Gobierno sigue siendo elevado en esos segmentos de la sociedad.
Sin embargo, si se contrastan los resultados con los votos que obtuvo en 2009 el kirchnerismo, en los departamentos más pobres del país no hay diferencias sustanciales. En las PASO, el Gobierno sacó apenas 0,26% menos de votos, por lo que podría concluirse que medidas como la asignación universal, las cooperativas de Argentina Trabaja y la movilidad jubilatoria ya no le permiten al Gobierno crecer electoralmente en los sectores de más bajos recursos.
El resultado surge de cruzar los datos de hogares con Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) por departamento, obtenidos en el Censo 2010, con los resultados que las listas kirchneristas obtuvieron en esos lugares. Y las conclusiones saltan a la luz rápidamente.
Si se cuentan los distritos que tienen más del 10% de sus hogares con algún indicador de NBI, el kirchnerismo sacó un porcentaje promedio del 44,8% de los votos, muy por encima del 27% que sacó en todo el país. En ese listado se contabilizan 282 localidades de las 23 provincias y la Ciudad de Buenos Aires.
Según la terminología científica, se considera hogares con NBI a aquellos que presentan al menos uno de los siguientes indicadores: hacinamiento (más de tres personas por cuarto), vivienda de tipo inconveniente (pieza de inquilinato, pieza de hotel o pensión, casilla, local no construido para habitación o vivienda móvil), condiciones sanitarias (no tener ningún tipo de retrete), asistencia escolar (tener al menos un niño en edad escolar que no asiste a la escuela), capacidad de subsistencia (cuatro o más personas por miembro ocupado, cuyo jefe no haya completado el tercer grado de escolaridad primaria).
A medida que se va aumentando el umbral de hogares con NBI también va creciendo el promedio de votos que obtuvo el kirchnerismo. Si el límite son las localidades con más del 15% de familias en esas condiciones el porcentaje promedio de los votos asciende al 50%. Con más del 30%, el kirchnerismo crece al 65% y con más del 40%, a casi 80% de los votos. En ese último segmento hay sólo tres departamentos o partidos en todo el país: Ramón Lista (68% de hogares con NBI), Bermejo (41,5%), ambos en Formosa, y Rivadavia, en Salta (49%). En Ramón Lista viven unas 14 mil personas, de las cuales poco más de la mitad estaban habilitadas para votar. Queda en la frontera noroeste, lindando con Paraguay y Salta. Votaron 4.800 personas, y el Frente para la Victoria triunfó con el 84,5% de los votos. En Bermejo, también al norte formoseño, votaron 5.700 personas y el kirchnerismo ganó con el 79%. En la Rivadavia salteña, la lista de senadores apoyada por el gobernador Juan Manuel Urtubey ganó con el 75%.
El resultado en los grandes centros urbanos, según publicó el diario La Nación, mostró un retroceso del kirchnerismo del 24% en promedio, lo que refleja la pérdida de respaldo de la clase media. En las 282 localidades con más pobreza, ese retroceso también se sintió, aunque en menor medida: 17,5%. Además, la lista K ganó en el 66% de esos lugares, cifra que asciende al 81% si se analiza las localidades con más del 20% de hogares con NBI.
Otro dato a considerar es que en estas localidades el desempeño, generalmente, estuvo por encima de los votos que obtuvo a nivel provincial. Eso sucedió en 217 de las 282 relevadas.El informe realizado por PERFIL permite concluir que los sectores de más bajos ingresos son hoy el principal sostén del kirchnerismo. Sin embargo, el efecto de la inflación y la inseguridad, probablemente, no le permitieron al Gobierno ampliar su respaldo.
Pierde en lugares de mayor ingreso
El buen desempeño electoral del kirchnerismo en los sectores de más bajos ingresos contrasta con lo que pasa en los de mayor riqueza. En todo el país, hay sólo 25 localidades que tienen menos del 3% de sus hogares con necesidades básicas insatisfechas, y se nuclean en tres distritos: Capital, Buenos Aires y La Pampa. El promedio de votos que sacaron las listas kirchneristas en esos lugares asciende al 28,7%, impulsado, sobre todo, por los resultados en las localidades pampeanas relevadas. Caso contrario, el promedio de votos sólo llegaría al 20,7%. Consecuentemente, los triunfos de los candidatos del Gobierno también son menores: sólo ganó en diez de esos 25 distritos.
Según el Censo 2010, el partido con menor porcentaje de hogares con NBI es Puán, con apenas el 1,06%. Ubicado en terreno bonaerense, tiene 15.603 habitantes y su intendente es el vecinalista Facundo Castelli, de buena relación con el kirchnerismo. Allí el 11 de agosto ganó Margarita Stolbizer con el 34% de los votos, relegando a Martín Insaurralde al tercer lugar, con el 18%.
