“Si ellos ganan este año las elecciones, van a manejar la Justicia y se termina el país. Ella volvió peor, envalentonada. Es el peor gobierno de la historia. Y con la crisis que hay, Argentina va a estallar por los aires. Es inevitable. El que gane en 2023 va a ser producto de ese descontento social”.
Mauricio Macri es muy pesimista en el corto plazo si es que Juntos por el Cambio no logra imponerse en las elecciones o, al menos, empatar, lo que impediría los ya famosos “siete diputados” que enunció el radical Mario Negri como última frontera en el Congreso. Y enumera dos proyectos: reformar la Corte y designar un jefe de los fiscales K.
“Es la peor versión del PJ”, agrega. Es más: confiesa ante sus colaboradores que se olvidó de incluir en su libro, Primer tiempo, que en marzo de 2016 la CGT le dijo a uno de sus ministros que “no llegábamos a fin de año”.
Desde su oficina en el tercer piso de Avenida del Libertador, en Olivos, cuatro sillones negros al lado de un ventanal son los testigos de sus conversaciones reservadas. Pasó estos días con la construcción política como pocas veces desde que dejó la Rosada. Siempre tiene a la vista un cuadro enorme con la cara de Nelson Mandela sonriendo: la biografía de John Carlin, La sonrisa de Mandela, es uno de sus preferidos. Una de sus gestiones fue intentar evitar que María Eugenia Vidal deje la Provincia. Está ofuscado con esa decisión. “Es incoherente que vuelva a la Ciudad”, piensa. Ayer se desvaneció cualquier duda: la ex gobernadora lo visitó y le ratificó su decisión.
Hace unas semanas escuchó en su oficina una de las críticas más feroces en boca del ex ministro de Gobierno bonaerense Joaquín de la Torre. “Me decepcionó, no es lo que pensaba, la gente se ve en las derrotas”, le dijo De la Torre.
“No sé qué le pasó en algún momento en 2018 y 2019, se perdió. La crisis le pegó fuerte”, analiza.
Su vida de “rosca” tuvo otra baja: tampoco pudo convencer a Miguel del Sel para que sea candidato a senador por Santa Fe. Días atrás, el humorista animó una cena en su casa para unir a las facciones del PRO. “Miguel tampoco quiere ser candidato, quedó golpeado por la política”, cuenta.
"Se ganó su lugar, es la única con el cuero duro a las críticas, como yo", dice sobre Bullrich
Mejor sintonía pudo encontrar con Diego Santilli, quien lo visitó un mes y medio atrás para adelantarle su decisión de jugar en territorio bonaerense. Inicialmente se opuso. Con el correr de los días aflojó su encono: el operativo “ablandamiento” con el Colorado surtió efecto.
Con Patricia Bullrich vive un romance político: “Se ganó su lugar, es la única que tiene el cuero duro a las críticas, como yo”, la elogia. “Sostuvo muy bien a nuestro electorado”, añade. Pero está dispuesto a acordar con Horacio Rodríguez Larreta –con quien desayunó el viernes– para que no haya PASO en la Ciudad.
Hace un par de meses, Facundo Manes fue a visitarlo. “Si querés ser presidente, tu oportunidad es ser candidato en la Provincia. No podés ser presidente directo, si ganás la interna (aún Vidal no se había definido), salvo que hagas cagadas, como Massa, podés llegar”, le dijo.
Adepto a los deportes por la mañana, Macri sigue descartando presentarse este año pero no en 2023. Hoy partirá hacia Madrid a presentar su libro con Juliana Awada y con Fulvio Pompeo, un ex funcionario que le organizaba los viajes desde que era jefe de Gobierno. Luego pasará por Zurich, por su rol en la FIFA. Falta un mes para el cierre de listas aún.