Había avisado que no iría a la cumbre de la mesa nacional de Juntos por el Cambio. Pero la argumentación fue que tenía planificado un viaje a Qatar por la Fundación FIFA. Sin embargo, a pesar de que viajará la primera quincena de julio, Mauricio Macri decidió no estar en el encuentro en La Matanza y, por el contrario, optó por reunirse con el diputado radical Rodrigo de Loredo en sus oficinas de Avenida del Libertador.
La movida del ex presidente fue diáfana: el cordobés De Loredo es el jefe del bloque Evolución Radical, disidente del radicalismo que conduce Mario Negri y, a pesar de presidir una bancada, no forma parte de la mesa nacional de JxC.
En este contexto, Macri viene planteando que el PRO debe “renovarse” y el frente opositor tiene que embanderarse nuevamente bajo la consigna de “cambio” para poder ganar las elecciones del año que viene. “Hay que ser un espacio que rompa con el statu quo”, repite entre sus íntimos. Acaso las mismas ideas que escuchó hoy sobre la UCR del diputado cordobés.
En este marco, en las oficinas de Olivos abordaron tres temas centrales. En primer lugar la situación caótica de coyuntura en lo que refiere a la inflación y también a “un Gobierno sin rumbo”, según planteó el ex jefe de Estado.
"Hay que ser un espacio que rompa con el statu quo", plantea Macri ante sus íntimos
También, claro está, hablaron de Córdoba y el armado político de JxC. La provincia es un caso de estudio: fue la que, en porcentaje, más votos aportó en 2015 y en 2019 a la campaña presidencial de Macri pero allí gobierna el peronismo.
En este marco, estuvieron de acuerdo en que, si bien hoy no era momento de decidir sobre las candidaturas, el frente opositor debía trabajar sobre la base de conformar reglas claras para la competencia interna.
El ex presidente también indagó sobre la situación fiscal del gobernador Juan Schiaretti, a quien conoce desde sus años en Socma, y la situación general de la provincia.
Sobre el final hablaron del armado nacional de JxC mientras en La Matanza el titular de la UCR, Gerardo Morales, Horacio Rodríguez Larreta y Maximiliano Ferraro, de la Coalición Cívica, hablaban de los planes a futuro.
De esta forma, Macri insistió en que la unidad es una condición clave pero que debe darse con un armado político que no apague la “autenticidad” y, sobre todo, sostenga la idea de “cambio”. Y una máxima que viene repitiendo en privado: “JxC necesita refrescarse”.
Con todo, esta semana volvió a cobrar centralidad cuando fue uno de los que se acercaron a la sede nacional del PRO para escuchar a Guillermo Raffo, consultor político, que vino especialmente desde Brasil para dar su visión. No será asesor fijo ni el reemplazante de Jaime Duran Barba. Solo vino a la Argentina invitado por Fernando de Andreis, mano derecha de Macri, y fue escuchado por la cúpula del partido amarillo. Antes se había juntado a solas con el ex presidente, quien validó la reunión.
Así, Macri volverá a la TV esta semana: estará en TN, en A24 y en LN+. Serán apariciones puntuales antes de viajar a Qatar y Arabia Saudita como presidente de la Fundación FIFA.
Su futuro político sigue siendo una incógnita. Ni él decidió qué quiere hacer. Pero de algo está seguro: no quiere ser descartado. Aunque sigue con la idea de que el PRO crezca.
Sin embargo, ya tiene dos ofrecimientos para recorrer la provincia de Buenos Aires: uno del intendente de Lanús, Néstor Grindetti, y otro del precandidato a gobernador Cristian Ritondo. Con Grindetti tiene un vínculo de casi terinta años, que incluyen la época en que trabajaban en el sector privado.
Con el jefe del bloque del PRO hoy hay una sintonía total: es el dirigente bonaerense a quien más elogia en sus reuniones con legisladores y dirigentes. Incluso aparecieron las primeras pintadas en el Conurbano de la agrupación Banquemos, que rezan: “Macri presidente/Ritondo gobernador”.
A esto se le suma su intención clara de ser un factor de poder dentro de JxC y, más aún, dentro del PRO, el partido que creó en 2005.