Los recortes en subsidios de energía y transporte para 2019 llegarán al 1% del PBI. Así lo marca el informe del staff Argentina del Fondo Monetario Internacional, que anticipó la semana pasada que el Gobierno no debía ceder a las presiones para bajar el rojo fiscal, entre otros puntos, para dar señales al mercado. Por la transferencia a las provincias de los subsidios de transporte y tarifa social de electricidad prevén un ahorro del 0,7% del PBI mientras que por los menores subsidios energéticos la baja será del 0,3%, según prevé el FMI.
El punto de la discordia con el secretario de Energía, Javier Iguacel, también estuvo contemplado por el FMI, que tiene como interlocutor primario al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne: “Para el gas, los subsidios al consumo ya se eliminaron, mientras que los subsidios a la producción bajo el Plan Gas, que garantiza precios por arriba del mercado para las inversiones en el área de Neuquén (Vaca Muerta), será eliminado gradualmente, dejando solo la tarifa social en 2021”.
Los subsidios económicos sumaron $ 248.921 millones hasta noviembre, un 49,1% más que en once meses de 2017. Los energéticos tuvieron una variación interanual de $ 62.795 millones (64,7% interanual en el acumulado y +218,8% i.a. en noviembre) y los de transporte crecieron $ 18.762 millones (+30,4% i.a. y +116% i.a. respectivamente), según los datos de la Asociación Argentina de Presupuesto, ASAP. El dato estaba contemplado en el último análisis del FMI. “Los subsidios energéticos aumentaron en relación con 2017”, certificaba el reporte a cargo de Roberto Cardarelli, que lo atribuyó a la devaluación que aumentó los costos de la energía importada.
ASAP, en tanto, marca que disminuyeron un 52,2% las transferencias realizadas por el programa de incentivos a la Producción de Gas Natural (Ex Plan Gas) que subsidia la producción de gas no convencional, mientras que por la devaluación aumentaron las transferencias a Enarsa (208,7%) y a Cammesa (114,8%), que “constituyen subsidios indirectos al consumo de energía de los hogares”.
“Será importante resistir la presión”, escribieron los analistas del Fondo para evitar bajar subsidios y subir salarios. “Reducir los subsidios energéticos es un componente importante del rebalanceo fiscal. El presupuesto 2019 prevé la reducción de subsidios eléctricos para subir tarifas hasta un 90% de los costos de producción”, remarca el FMI. En ese marco, sostiene que el Gobierno deberá aplicar el marco regulatorio para traspasar la devaluación a los consumidores en gas y electricidad. “La decisión de evitar el pass-through resultó en un costo extra del 0,1% del PBI”, agrega.
Para 2020-21 se prevé que un punto más del PBI venga de los ajustes de transferencias de energía y transporte nuevamente, junto con salarios y servicios, además de transferencias.