El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires podría presentar una denuncia penal ante la Justicia ante la decisión de la Casa Rosada de retirar a la Policía Federal de distintos barrios capitalinos donde ya patrullan agentes de la Metropolitana, que el jefe de gobierno, Mauricio Macri, calificó de "unilateral".
Macri remarcó que la Procuración porteña está preparando una medida de amparo, pero remarcó que espera "no tener que recurrir a la Justicia" y que se alcance "un espacio de diálogo y una mesa de trabajo". "Esto requiere tiempo", se quejó.
Por su parte, el jefe del bloque de diputados nacionales de PRO, Federico Pinedo, afirmó: "Vamos a analizar si el abandono de tareas que le son impuestas por ley a la Policía Federal no constituye el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público” y merece una acción penal contra quienes ordenaron la medida.
Pinedo avisó mediante un comunicado de prensa que si tras evaluar la situación el macrismo llega a la conclusión que la decisión del Gobierno Nacional implica incumplimiento de los deberes de funcionario público “haremos la denuncia penal contra quienes ordenen la medida”.
Esta mañana el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, aseguró en la conferencia de prensa que brinda a diario que el retiro de agentes de la Policía Federal de barrios de la Capital Federal donde ya opera la Metropolitana "no es una decisión unilateral", sino que responde a un "común acuerdo con los distintos responsables" de la seguridad.
En tanto, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, confirmó que cinco mil efectivos de la Policía Federal que cumplen funciones en barrios porteños donde ya opera la Policía Metropolitana serán traspasados a otras comisarías capitalinas para "reforzar los lugares más críticos", aunque no puntualizó cuándo se concretaría esta medida.
El funcionario explicó en declaraciones radiales que "no es que se retiran" los efectivos de la Ciudad, sino que estos agentes "van a estar trabajando en otras comisarías" de la Capital.
