POLITICA
eleccion de representantes del parlasur

El kirchnerismo mantiene latente una posible candidatura de Cristina en 2015

La Cámpora aspira a que la presidenta encabece una lista para Parlasur, el Parlamento del Mercosur.

El presidencialismo en la historia argentina fue el principal agente de su propio zig-zag institucional.
| Cedoc

Con el aval obligatorio de Cristina Kirchner, La Cámpora reactivó la posibilidad de que la Presidenta encabece una lista para el Parlasur en 2015. Si bien no está definido que vaya a ser realmente el futuro, la mera orden de que se reflote el proyecto representa un mensaje para todo el sistema político, y en particular para los aspirantes a la sucesión.

“Estaba parado y se puso caliente de vuelta”, afirma un dirigente de La Cámpora con cargo en un ministerio. Se refiere al proyecto de ley que presentó el diputado Andrés Larroque, y fue un anticipo de PERFIL, según el cual la Presidenta podría ser electa diputada del Parlasur.

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El Parlasur está en funciones desde fines de 2006, pero sus integrantes surgieron de la selección que realizaron los Parlamentos de cada país, y no del voto popular. Además del proyecto del Cuervo Larroque, uno de los jefes de La Cámpora, existe otro muy parecido del diputado Jorge Landau, apoderado del Partido Justicialista. Y de hecho, la reciente orden de la Casa Rosada para que se le diera impulso vino con una nueva instrucción: que ambos proyectos se sinteticen en uno solo. Lo más importante es que la elección se realizaría por distrito único, y así Cristina Kirchner podría figurar en todas las boletas del Frente para la Victoria.

Esa posibilidad alienta una hipótesis sobre la sucesión que pintaba descartada, sobre todo ante un Daniel Scioli cada vez más perfilado a ser el candidato fuerte del universo kirchnerista: la del “dedazo” presidencial. Es decir que CFK abandone su actual prescindencia y elija un aspirante más afín en lo ideológico. La mera reactivación del proyecto le sirve a la Presidenta para no perder iniciativa y mantenerse visible, casi amenazante. En caso de candidatearse, una banca en el Parlasur le garantizaría no desaparecer completamente de la escena. De máxima, incluso podría convertirse en una especie de jefa ideológica regional.

De mínima, obtendría los fueros necesarios para ahorrarse sobresaltos futuros.