Son días frenéticos para el mercado financiero, donde calibran las señales que llegan desde el Frente de Todos para descifrar cómo será la negociación de la deuda, un desafío tan importante para el plan económico como también una decisión superimportante para los managers de los fondos que tienen en sus carteras parte de las acreencias que la nueva administración intentará reducir, postergar y luego, recién, pagar.
Por eso, las versiones que aparecieron ayer en la prensa sobre una oferta con una quita del 15% en la deuda dispararon los bonos e hicieron caer el riesgo país, porque una certeza invade a los bancos y fondos de inversión involucrados: solo con un recorte importante se podría lograr un acuerdo en tiempo y forma según el calendario establecido por el ministro de Economía, Martín Guzmán, que aspira a tener cerrado el 31 de marzo.
En una jornada con pocos negocios, ayer los títulos públicos de la Argentina mejoraron en un promedio del 1,6%, con subas de hasta el 3%, alentados por un alza anotada en los títulos negociados en el exterior, al tiempo que el riesgo país cedió 62 puntos básicos, a 1.839 unidades. “La reacción del mercado parecería ser alentadora”, aseguran desde la consultora Portfolio Personal Inversiones. “Con un bajo nivel de negocios, los inversores deciden mantener cautela a la espera de las próximas señales de la reestructuración de la deuda”, añadió, con la mira puesta en el miércoles que viene, cuando Guzmán visite a las 17 el Congreso y dé pistas sobre los próximos pasos a seguir.
El diario Clarín publicó ayer que el Gobierno trabaja en una posible oferta a los acreedores del orden del 15% con un período de gracia sin pago de intereses ni capital de tres a cuatro años, todo con aval del Fondo Monetario Internacional. Según conversó PERFIL con dos referentes de grandes fondos de inversión, los acreedores empiezan a tener in pectore que es posible que, si el Gobierno parte de una oferta del 15%, termine habiendo una quita al final del camino, y tras la operación, que se redondee entre el 5% y el 10% tomando el precio de los bonos involucrados. “Si ese es el camino, tienen chances de tener éxito”, refieren en un gran banco de la zona de Retiro.
La cifra: 1.839 puntos básicos cerró ayer el riesgo país, con una baja de 60 puntos respecto del día anterior.
Estrategias. El Gobierno está caminando una estrategia delicada, que implique una renegociación de la deuda que le dé aire durante los próximos cuatro años pero sin caer en default, algo que ha permitido buenos arreglos en otras instancias históricas pero cuando los acreedores se vieron forzados a acordar luego de que dejaron de cobrar. El pago, esta semana, de Axel Kicillof a los tenedores del bono BP21 luego de amenazar con el default muestra que esta administración parece amenazar con romper pero no está dispuesta a hacerlo, otro mensaje que ayer fue celebrado por los inversores.
Hoy los bonos sujetos a la renegociación cotizan en torno a los 45 o 50 dólares, contra un valor nominal de 100, luego de que subieran desde los 30 a 35 dólares que cotizaron durante la transición, cuando el mundo financiero pensaba en un escenario de cesación de pagos.
“El precio a la hora de la oferta no puede estar mucho más arriba de eso, para que el mercado acepte la quita que le van a ofrecer, porque cuanto más valgan los bonos mayor resultará el sacrificio para los acreedores”, explica un representante de bonistas.
Entre los operadores, por otra parte, descartan que el Gobierno planteará un período de 3 a 4 años de gracia, sin pagos de capital e intereses, aunque aspiran ahí a encontrar un margen de negociación y por ello esperan oír al ministro el miércoles.
Plus. Tras la gira de Alberto Fernández por Europa, de donde trajo el respaldo de líderes europeos para intentar el OK a sus políticas con el Fondo Monetario Internacional, los operadores aguardan ahora el mensaje que dará Guzmán el miércoles a la tarde en el Congreso. “Tenemos expectativa de que anticipe bastante del plan económico”, dice un banquero. Otro afirma que cree que “Guzmán está mostrando seriedad” y que eso también “entusiasma a los operadores”.
Los acreedores buscarían además, negociar alguna forma de cobro anticipado de intereses a fin de estirar el plazo sin pagos de capital, una estrategia que creen viable dado los números fiscales que pareciera ir mostrando elnuevo gobierno. La carrera está lanzada y habrá definiciones pronto, especulan los operadores.