Sergio Leonardo Rodríguez juró como titular de la Fiscalía de Investigaciones Administrativas, un cargo clave en la lucha contra la corrupción que estuvo cinco años vacante por la negativa del oficialismo a nombrar a su titular, en un contexto general de debilitamiento de los órganos de control. Rodríguez fue director de Anses y acusado por la oposición de estar alineado al kirchnerismo; sin embargo, dice que fue nombrado por Fernando de la Rúa, y que trabaja desde hace 27 años en la administración pública. Ahora ocupará el cargo que dejó vacante el actual diputado radical Manuel Garrido. Ayer, el nuevo fiscal juró ante la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó:
—¿Va a investigar al poder?
—Es un cargo muy sensible, una responsabilidad tremenda, por lo que señala y por la impronta que le puso a este cargo el anterior fiscal, Manuel Garrido. Haré un diagnóstico de la situación, causas en trámite, y presentaré un plan de refuncionalización de la fiscalía.
—¿Usted representaría al oficialismo? ¿Va a investigar al Gobierno?
—Que se me tilde de oficialista no es algo de mi responsabilidad sino de los medios que así lo mencionan. Pero lo cierto es que me desempeño en la administración pública nacional desde hace 27 años, así que cuando me designó el doctor De la Rúa habría sido de la Alianza, cuando me designó el doctor Duhalde habría sido duhaldista, y lógicamente a los funcionarios los designan los gobiernos de turno, pero de ninguna manera me considero oficialista. Tengo una trayectoria de 15 años en el Poder Judicial de la Nación y de muchos años de haber trabajado en la Oficina Anticorrupción; trabajé con José Mazzoni, con Manuel Garrido. Mi función es cumplir mi trabajo: no soy ni oficialista ni antioficialista, soy un funcionario ahora del Ministerio Público Fiscal. Investigaré a todos los funcionarios públicos que corresponda.
—¿Incluso a la Presidenta?
—Incluso a la Presidenta; si no, no hubiera podido asumir esta función.
—¿Cree que en la gestión kirchnerista hay altos niveles de corrupción?
—No me corresponde a mí juzgarlo, yo estoy acá para realizar investigaciones, para sugerir cursos de acción a la Justicia, pero no es mi función calificar ni a éste ni a ningún gobierno.
—Usted depende de Gils Carbó. ¿Podrá mantener independencia?
—Yo a partir de ahora integro la Procuración General de la Nación. Lo que sucede es que para mi designación gané un concurso, fui designado por la Presidenta de la Nación y pasé el acuerdo del Senado. Intervinieron los tres poderes en mi nombramiento, por lo que el cargo tiene una cierta independencia, cierta autonomía para desarrollar las investigaciones como corresponde.
—¿El Gobierno puede condicionarlo a través de Gils Carbó?
—Ni el Gobierno, ni ninguna organización o corporación ni nadie podrá ejercer presión porque nunca me dejé presionar, así que creo que están dadas las condiciones para poder desarrollar mi trabajo con independencia, como corresponde.
—¿Qué le parece la modificación del Código Procesal?
—Soy un fervoroso partidario del sistema acusatorio. La investigación debe estar en manos de los fiscales y los jueces deben resolver, como en los países más avanzados.
—¿La modificación fue considerada un blindaje para el Gobierno?
—No me consta. Mi función será investigar a la administración pública nacional. Trabajé en consonancia con jueces y fiscales. No existe a través de la Procuración una estructura de impunidad para blindar al oficialismo.