POLITICA
Relación bilateral

El oficialismo, entre la expectativa y la cautela ante la asunción de Bolsonaro

Cerca de macri apuestan que el electo presidente consolide el proceso de recuperación del país vecino. miradas comunes por el rol del mercosur para negociar acuerdos comerciales.

Macri Bolsonaro
Pares. Macri llamó a Bolsonaro para felicitarlo e invitarlo. El brasileño eligió Chile como primer destino. | Cedoc

En algo coinciden Mauricio Macri y el presidente electo de Brasil, Jair Messias Bolsonaro: en cierto desdén hacia el Mercosur, cruzado por la intención de ambos de volverlo más flexible. Eso se podría traducir en habilitar negociaciones de libre comercio por fuera del conjunto de países del Mercosur. Si bien todavía no están claras las intenciones de Bolsonaro, esa pareciera ser una perspectiva común entre Macri y Bolsonaro. Por lo demás, en la Casa Rosada se impuso un clima de cautela obligado. Con un plus de esperanza: que la reactivación económica brasileña, si finalmente se da, arrastre a la Argentina.

“Si hace que Brasil crezca, no me interesa otra cosa”, opina un funcionario de Cancillería. Busca desestimar así las controversias alrededor del discurso de ultraderecha del capitán Bolsonaro, reciente ganador del ballottage. Antes de la primera vuelta, a su vez, circuló la versión de una preferencia macrista por Fernando Haddad, ex alcalde de San Pablo en los tiempos en que Macri gobernaba la Capital. Pero ese deseo político, a diferencia de la fallida apuesta oficialista por Hillary Clinton en Estados Unidos, nunca se llegó a formalizar.

Ahora, todos esos cálculos quedaron atrás. El asesor de Macri mira hacia adelante y aclara que “la relación entre ambos países es fuerte desde antes de Macri y Bolsonaro; y lo seguirá siendo después”.

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Desde la asunción de Cambiemos a fines de 2015, a Macri no le había tocado convivir con una elección presidencial en Brasil. Su mandato se superpuso con la etapa más turbulenta del vecino gigante: juicio político a Dilma Rousseff, escándalo del Lava Jato y transición de Michel Temer. En paralelo, sufrió la caída de la economía del principal socio comercial argentino. “La relación va a ser muy buena”, apuesta el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo.

Durante la reunión del G20, Macri se encontrará con el debilitado Michel Temer, un mes antes de la coronación de Bolsonaro. El brasileño electo ya dio un mensaje sobre sus preferencias regionales: irá a Chile antes que a la Argentina. Macri pasó por alto el desaire y lo invitó por teléfono a visitar Buenos Aires. Lo hizo después de haberlo felicitado vía Twitter. "Deseo que trabajemos pronto juntos por la relación entre nuestros países y el bienestar de argentinos y brasileños".

Los planes concretos de Bolsonaro para el Mercosur no fueron explicitados. Pero el futuro ministro de Hacienda, el Chicago-boy Paulo Guedes, ya anticipó que el bloque regional no figura entre sus prioridades. Tal revelación está lejos de chocar con la mirada de Macri. Al contrario, el presidente argentino buscó flexibilizarlo por diferentes medios: un Mercosur abierto y del siglo XXI, según resumen cerca de Macri.

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Desde hace un año, el presidente busca activar (sin éxito) un convenio de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea. Y en septiembre pasado, Cancillería pidió la anulación de la cláusula que impide a los miembros del Mercosur negociar acuerdos por su cuenta.

En la Rosada ya ni siquiera ven con malos ojos que Uruguay, de la mano de Tabaré Vázquez, avance en un tratado de libre comercio con China. Existe una contra posible para Cambiemos: si Brasil se vuelve vanguardia de esas negociaciones, el rol de Macri podría quedar algo opacado. Pero lo cierto es que ahora el gobierno argentino enfrenta otras urgencias, a solo nueve meses para las PASO.