El oficialismo lo hizo de nuevo. Con ayuda del PRO, los libertarios volvieron a reunir los votos necesarios en la Cámara de Diputados para ratificar un veto del presidente Javier Milei. Ya lo habían hecho con la ley de movilidad jubilatoria y este miércoles volvió a suceder con el financiamiento universitario, dos asuntos que para la mirada del Gobierno afectan directamente a la búsqueda del déficit cero. Para la oposición, sin embargo, eran necesarias para el bienestar de dos grupos fundamentales: los jubilados y la comunidad educativa en su conjunto.
A nivel parlamentario, los 85 votos que alcanzó LLA con el PRO más algunos aliados provinciales marca un antes y un después ya que consolida el acuerdo oficialista y al mismo tiempo obliga a la oposición a buscar nuevas estrategias. Intentar forzar al Gobierno con iniciativas vinculadas al manejo de fondos no tuvo éxito por lo que deberán pensar en nuevos canales de negociación. Desde uno de los palcos celebraban Eduardo “Lule” Menem y José Rolandi, vicejefe de Gabinete y figura fundamental en el vínculo entre el Gobierno nacional, el parlamento y los gobernadores, cuyo aporte fue central para blindar el veto.
El tablero y el acta de votación marcó 84 votos en contra de la intención de insistir con la ley original, aunque la diputada libertaria María Fernanda Araujo luego aclaró que su voto iba en la misma dirección lo que en la práctica se hicieron 85 acompañamientos, lo que alcanzaba de sobra a la movida libertaria.
Por un acuerdo entre los distintos bloques en la previa a la sesión, fue un debate relativamente corto con un tema único ya que las cuestiones de privilegio fueron dejadas para el final.
El número final despejó las dudas que se habían suscitado durante el fin de semana sobre la postura del PRO, solo fueron dos los votos a favor de la insistencia de parte de Álvaro González y de Héctor Baldassi, quienes ya habían manifestado su postura en ese sentido. En cambio, Héctor “Tito” Stefani estuvo ausente, lo que también había sido consignado en la previa a la sesión. En su discurso, el jefe del bloque del PRO Cristian Ritondo dejó claro el alineamiento con el Gobierno: “Dejaron una bomba que había desactivar, y para eso había que ajustar el gasto, reducir el déficit, corregir los precios relativos, normalizar los tipos de cambio y es lo que este gobierno está haciendo”. Y avanzó: “Si fracasa el Gobierno, fracasamos todos”.
El radicalismo, en esta oportunidad jugó similar al anterior veto con cuatro de sus integrantes que se alinearon a la estrategia libertaria: Mariano Campero, Jose Tournier, Martín Arjol y Luis Picat. Pablo Cervi, el rionegrino, cambió por la abstención, aunque en rigor esa decisión también benefició al oficialismo en el recuento final. Rodrigo de Loredo, jefe del bloque, fue el encargado de sostener la decisión de la mayoría del espacio y manifestó: “Somos reformistas por definición, de manera que no le tenemos miedo al cambio. Pero para el gobierno no hay plata, y tampoco hay reformas. Ajusta la economía y ajusta el debate también”.
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Además de los 39 integrantes de LLA, se sumaron dos del MID (Oscar Zago se encontraba de viaje por lo que se sumó a la lista de ausentes), 35 del PRO, más tres de Independencia que responden al gobernador Osvaldo Jaldo, José Luis Garrido de Por Santa Cruz, Paula Omodeo de Creo, un monobloque también de Tucumán. A esto se suman las codiciadas ausencias de, por ejemplo, la cordobesa Alejandra Torres que acusó un cuadro de Covid y “problemas de salud” que le impidieron estar en la sesión, Jorge “Loma” Avila de Encuentro Federal cuya ausencia se conoció en el transcurso del debate, Fernanda Avila de Unión por la Patria, Ricardo López Murphy y Fernando Carbajal de la UCR.
Las abstenciones también tuvieron su trabajo y marcaron las conversaciones con los gobernadores de Innovación Federal ya que cuatro de los ocho integrantes optaron por la abstención, en la anterior oportunidad habían sido siete pero su jefa de bloque, Pamela Calletti fue una de las que cambió esa actitud frente a un veto presidencial.
Gi