POLITICA
tras el desalojo

El Presidente cree que la idea de Grabois sobre las tierras “no es descabellada”

Recibió el respaldo de Fernández a su proyecto de buscar terrenos alejados para familias vulnerables. De su pelea con los Echevehere a los apoyos del kirchnerismo.

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20 años. El dirigente social se recibió en el 2000 en el Godspell College de San Isidro. | telam / cedoc

Es una de las figuras de la política hace años. Pero esta semana el caso de la familia Etchevehere volvió a ponerlo en el foco de las miradas. Juan Grabois fue el principal vocero y asesor legal de Dolores Etchevehere y, además, uno de los dirigentes que históricamente viene planteando la cuestión de la vivienda y las tierras como eje central de la política.

Incuso, como integrante de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) y allegado al papa Francisco, Grabois fue uno de los creadores del Proyecto Artigas, cuyos dirigentes se instalaron en el campo del ex ministro de Agroindustria y su familia. 

En Entre Ríos, en la estancia Santa Elena, al lado de Dolores estuvo el agrónomo Lautaro Leveratto, quien ocupa el cargo de coordinador nacional del MTE Rural, la pata agropecuaria de la organización cuya cara visible es Grabois. Leveratto, junto a su aliado político, calificaron a los Etchevehere de “delincuentes” y de haber estafado a Dolores.  La Justicia dictaminó el jueves que había habido una usurpación en la estancia y la familia retomó el control del campo. “Hemos sufrido una derrota”, dijo el militante tras conocerse la decisión”.

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De todas formas, hoy es un aliado de oficialismo, en especial del kirchnerismo, y tiene diálogo con varios funcionarios aunque no de forma asidua. De hecho, ayer el presidente Alberto Fernández afirmó que “no es una idea descabellada” el planteo del dirigente de la CTEP para buscar tierras alejadas de grandes ciudades para familias vulnerables y se transformen en unidas productivas agropecuarias.

“Es una idea para volver a recuperar la vitalidad del campo, porque la realidad dice que en la historia argentina la producción de cultivos como la soja, que cada vez desemplea a más gente en los campos, permitió que toda esa gente se hacinara en zonas urbanas donde no tiene lugar donde vivir”, analizó el Presidente por Radio 10. “Por eso, ideas como sacar a la gente de centros urbanos en donde viven hacinadas y ver cómo se pueden desarrollar cultivando la tierra, haciendo una producción ecológica de verduras, de alimentos, es muy valiosa.... Y la verdad es que debiéramos promoverlo eso”, prosiguió. “Detrás del planteo de Grabois hay algo serio, hay algo razonable, hay algo para discutir”, concluyó.

En rigor, el primer planteo del referente de la CTEP fue, en la campaña 2019, la reforma agraria: una propuesta de más de 100 páginas que le acercó a Nicolás Trotta, jefe de los equipos técnicos del entonces candidato del Frente de Todos, y actual ministro de Educación. Grabois siempre quiso la candidata sea Cristina Kirchner – incluso tiempo atrás comenzó a defenderla públicamente ante las distintas causas que pesan sobre ella – pero aceptó al decisión de que encabece Alberto. Alguna vez cuestionó la falta de liderazgo del jefe de Estado.

A pesar de ello, en mayo fue a la residencia de Olivos pero no suele ir a visitar al Presidente. Estuvo con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, dos de los funcionarios más cercanos al Presidente. Tiene trato privilegiado con Daniel Arroyo, ministro de Desarrollo Social, aunque fue uno de los más críticos de su gestión cuando salieron a la luz los sobreprecios en la compra de alimentos.

Si bien es un dirigente cercano al kirchnerismo, no es la voz de Cristina como el ministro Wado de Pedro, o los senadores Oscar Parrilli y Anabel Fernández Sagasti.

De todos modos, nadie en el oficialismo desconoce el pensamiento de Grabois con respecto a la cuestión de las tierras y las tomas. En una extensa publicación por redes sociales, este año el dirigente tituló “Odio las tomas”, justo cuando para diferenciarse del Presidente, quien había considerado que “la ocupación no es algo legalmente permitido”. En esa misiva Grabois expresó: “Todo el sistema político, incluidos varios dirigentes del espacio político al que todavía pertenezco, se han apresurado a decir que las ocupaciones de tierra son delito”. Y agregó: “Nuestra posición es clara y la decimos a cara descubierta: toda familia que se mete en un terreno lo hace por necesidad. No hay ninguna otra explicación. Esas familias son víctimas, no culpables. Llamarlos delincuentes es una bajeza moral y una claudicación ideológica”.

Hace veinte años, Grabois egresó del colegio privado Godspell College de San Isidro.