Argentina tendrá, por primera vez en su historia, un debate presidencial tal como lo reclamaban diferentes sectores sociales y políticos. El encuentro se realizará el próximo 4 de octubre y, aunque por el momento no se determino el escenario donde se realizará, se estima que podría realizarse en la Facultad de Derecho de la UBA o la Biblioteca Nacional.
Organizado por “Argentina Debate”, quienes llevaron adelante la iniciativa, los principales candidatos políticos que superen las PASO 2015, participarán del debate. La fecha y la metodología del debate se definió el martes pasado en el marco de una reunión en la Asociación de Teleradiodifusoras Argentinas (ATA). Del comité editorial participan Infobae, Clarín, La Nación, Perfil, El Cronista y la Asociación de Radiodifusoras Privadas Argentinas (ARPA).
Allí, se acordó con los cuatro canales de aire, otros del interior y una gran cantidad de radios que se realice la transmisión del debate de manera simultánea.
Hernán Charosky, coordinador general de Argentina Debate, habló con Perfil.com y aseguró que lo que ellos buscan “es una práctica democrática y de información pública que debería formar parte de las campañas electorales porque es un bien de todos, donde cualquier espectador se puede beneficiar simplemente viendo y sacando sus propias conclusiones”.
“La iniciativa empezó hace casi un año por un grupo de empresarios jóvenes y el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) con el objetivo de lograr el primer debate presidencial de la Argentina”, explica Charosky; y agrega: “somos unos de los pocos países en la región que nunca tuvo un debate presidencial en su historia, al igual que República Dominicana”.
Charosky había asegurado a este medio que el debate era posible para este año ya que “hay una serie de elementos que nos abre esta oportunidad”. “Hay factores por los que antes no se logró, el primero es un cálculo tácticos que consiste en que, quien está al frente de las encuestas, no arriesga esa ventaja. En segundo lugar, creo que no tenemos una buena tradición de política, sino de chicana y de discusión a los gritos pero no de una que sea argumentada sobre políticas públicas”, explicó.
“Según las encuestas, esta una elección verdaderamente competitiva donde hay incertidumbre sobre quien puede ganar, entonces no hay alguien que tenga esa ventaja tacticista. A eso se suma que hay una demanda de discusión política sustantiva, de que le digan a los ciudadanos que se va a hacer y le den los datos”, diferenció Charosky.