Armadores de Mauricio Macri y Sergio Massa abrieron un canal de diálogo en provincia de Buenos Aires, producto del crecimiento de Daniel Scioli en las últimas encuestas. El domingo hubo una reunión en Tigre de la que participaron el ministro de gobierno porteño, Emilio Monzó, y los intendentes massistas Joaquín De la Torre y Mario Meoni.
Según diversos matutinos, no hubo acuerdo por ahora, ya que ambos sectores realizaron ofertas que no llenaron las expectativas. Desde el PRO fueron con una misión: pedirle a Massa que baje su candidatura presidencial y sea el candidato a gobernador en una lista única. La idea fue rechazada. Desde el Frente Renovador insistieron en que Massa y Macri compitan en una gran PASO opositora.
Cada uno atiende a su juego. Desde el PRO saben que el espacio de Massa tiene fisuras por varios frentes y hay una importante sangría de dirigentes. Consideran que la salida de Darío Giustozzi fue el knock out definitivo para sus aspiraciones presidenciales. Pero desde el massismo conocen la debilidad de Macri: en provincia no tiene un candidato que pelee los primeros lugares, ya que María Eugenia Vidal no logra subir en las encuestas.
El mayor temor del macrismo es que los votos de Massa vayan para Scioli en un eventual balotaje, algo que el FR insiste en remarcar, por la raíz peronista de ambos candidatos.
PASO. Esta mañana, Meoni reafirmó la idea de que el massismo busca una PASO y no existe otra alternativa: "No existe la posibilidad de que Massa baje y vaya a la gobernación de la provincia", señaló en Liberman en Línea (FM Uno 103.1). Sin embargo, explicó: "Nunca dejamos de trabajar en una interna en donde esté Macri y Massa".
El intendente de Junín también se refirió a la tumultosa salida de Giustozzi: "Siento profundo dolor por su ida. Si tanto le molestaba la construcción, y si siempre pensó eso, ¿porqué no se fue antes?. Me da la sensación de que es una mujer despechada".
