El programa Periodismo Para Todos demostró vínculos entre el negocio de la efedrina, el Triple Crimen de General Rodríguez y el precandidato a gobernador bonaerense por el Frente para la Victoria, Aníbal Fernández. Sin embargo, en 2013 Perfil.com ya había informado sobre la presunta conexión entre el entonces senador del Frente para la Victoria y uno de los acusados en la causa que conmocionó al país.
En esta ocasión, en el programa de Jorge Lanata, Martín Lanatta y José Luis Salerno, dos involucrados en la causa de la muerte de Forza, Ferrón y Bina, apuntaron al jefe de Gabinete de Cristina Fernández como el autor intelectual del triple asesinato. “Para mí quien da la orden [de ejecutar el Triple Crimen] es Aníbal Fernandez, no Perez Corradi que era un financista”, sentenció Lanatta, quien luego afirmó que “el negocio del tráfico de efedrina se lo quedó Aníbal con la secretaría Inteligencia”.
Salerno aseveró que Aníbal Fernández era el líder de “la banda oficial” en el negocio de la efedrina junto a Esteban Pérez Corradi, prófugo en la causa, mientras que Forza, Ferrón y Bina “quisieron quitarle el negocio”. Salerno, socio de Damián Ferrón, tenía una farmacia que proveía de drogas (entre ellos efedrina) a Esteban Pérez Corradi, quien “le había pedido comprar la droguería y convertirse en socios”.
También el exsocio de Ferrón confesó que “Perez Corradi le mostró cuentas bancarias que manejaba con el gobierno para lavado para la campaña”.
En tanto, Salerno aseveró que “la mano de obra del crimen de Forza, Ferrón y Bina está detenida” y eligió un enigmático sencillo para señalar el autor intelectual: “Está más que claro que es la competencia de Forza, Ferrón y Bina que estaba por arriba de Perez Corradi”.
Por su parte, Lanatta -como parte del RENAR- reconoció que “recaudaba [para Aníbal Fernández y Andrés Meiszner] en forma paralela de las inspecciones a agencias, armerías, polvorines”. A su vez, contó una reunión que mantuvo con Sebastián Forza, quien le comentó sus problemas y le aseguró que estaba por caer preso. Lanatta ofició de nexo con el entonces ministro de Justicia y Seguridad que le solicitó, según sus palabras, 250 mil dólares “si quiere que le arregle el quilombo”.
Según Lanatta, la reunión tuvo lugar en el Departamento de Policía y “Aníbal le pidió a Forza que le facilite toda la información que tenía de la mafia de los medicamentos y lo puso en contacto con un agente de inteligencia (Máximo)”.
#LaMorsaesAníbal. Solange Bellone en sede judicial hizo referencia a ese encuentro entre su expareja Forza y Fernández cuando afirmó que le había dicho que lo iban a “dejar tranquilo porque arregló con alquien”. “Hizo mención a la Morsa, alguien que tenia bigotes”, señaló Bellone.
Salerno también mencionó que Esteban Pérez Corradi, en una conversación, había nombrado “en dos o tres oportunidades el apodo La Morsa” y ante su pregunta le confesó que “hacía referencia a Aníbal Fernández”.
Motivos. Salerno afirmaron que ahora dicen su verdad ya que “se separó de su mujer, que vive diciendo que soy un narco, perdí amigos” y también por “mis hijos mi mama, mis hermanos y la memoria de mi papá”.
“No hablé en el juicio por consejo de los abogados y por el tipo que está enfrente”, se excusó Lanatta, condenado a perpetua como partícipe necesario del Triple Crimen.