POLITICA
Seguridad sigue la misma tradicion

En Defensa continúa la vieja costumbre de nombrar a familiares en cargos clave

El recién asumido Agustín Rossi puso a su primo hermano. Antes, Puricelli lo hizo con sus dos hijos (uno, imputado por la Justicia) y con su sobrino y Garré, con su hermano.

Raúl. Su hermana Nilda se lo llevó a Seguridad.
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Entre los hombres mejor informados del Ministerio de Defensa están los mozos, que rara vez conversan porque siempre están a la escucha de todo lo que los rodea. Ellos saben de las complejas internas que hay en el Edificio Libertador y del plastificado secretismo con el que se manejan los desconfiados militares.

Será por eso que quienes se hacen cargo de esa cartera eligen a familiares para que ocupen puestos sensibles. Algo similar sucede en el Ministerio de Seguridad. Desde la oposición creen que facilitar cargos públicos a quienes tengan un ADN en común es parte del nepotismo del kirchnerismo. Pero la realidad indica que es parte del folclore argentino y que lleva mucho más de una década.

Uno de los hombres clave durante la gestión de Nilda Garré como ministra de Defensa fue su hermano Raúl. En aquel tiempo lo señalaron como una especie de monje negro todoterreno, dedicado a no dejar clavijas sueltas.

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El mismo rol ocupó Raúl cuando su hermana se hizo cargo de la cartera de Seguridad, pero su suerte se terminó en octubre del año pasado después de que un importante grupo de suboficiales de Gendarmería y Prefectura se amotinó por reclamos salariales. “Raulito”, como lo llamaban en ambos ministerios, fue el fusible de la crisis y salió eyectado por haber asesorado de manera incorrecta.

La misma tónica tomó Arturo Puricelli cuando asumió en diciembre de 2010 como ministro de Defensa al nombrar a su hija Juliana, a su hijo Alejandro, y a su sobrino Arturo, al que le dicen “Arturito”, con el fin de no confundirlo con su tío, el ministro.

Juliana no duró mucho como secretaria de su padre, se exilió bajo el ala del gobierno de Catamarca después de hartarse de las disputas en el Edificio Libertador.

Su hermano, asesor contratado a través de un convenio con la UBA, terminó imputado en una causa judicial por presuntos desmanejos en las contrataciones para la polémica Campaña Antártica 2012-2013.

La opinión del joven Alejandro en las licitaciones que se diseñaban en la Dirección General del Servicio Logístico de la Defensa habría sido de peso. A tal punto que una de las 14 medidas de prueba que solicitó el fiscal Ramiro Gónzalez al juez federal Luis Rodríguez fue justamente una inspección en el despacho del hijo del ministro. Como es lógico, su padre lo defendió: “Como es abogado lo traje para que me asesore en algunas cosas. Son todas mentiras las que se dicen”.

Arturito es contador y su rol era el de subsecretario de Coordinación del Ministerio de Defensa. Bajo su órbita giraban 15 direcciones, todas dedicadas a las cuestiones jurídicas, contables y de personal. Pero el instinto patriarcal de Puricelli es más fuerte que el escándalo de la Campaña Antártica, por eso ya acomodó a su sobrino en su nuevo destino: el Ministerio de Seguridad. Aún espera el nombramiento de su hijo, tal vez más adelante.

Agustín Rossi, nuevísimo ministro de Defensa, no pudo evitar la tentación y nombró a su primo hermano como jefe de Gabinete. Se llama Sergio y lleva su mismo apellido, es agrimensor y llegó al Ministerio en diciembre de 2005, cuando Garré había asumido al frente de la cartera, para hacerse cargo de la rentable Dirección General de Inmuebles. En el ministerio dicen que es una excelente persona y muy extrovertido.