Una veintena de dirigentes oficialistas llegaron hoy al Congreso del Partido Justicialista con intenciones de reforzar fórmulas y reducir candidaturas bonaerenses y nacionales de cara a las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) de agosto.
En el encuentro, llevado a cabo en el complejo de Parque Norte, hablaron los gobernadores Juan Manuel Urtubey (Salta), Gildo Insfran (Formosa) y Eduardo Fellner (Jujuy), entre otros pesos pesados del espacio. Sin embargo, la voz autorizada fue la del secretario de Legal y Técnica Carlos Zannini.
El hombre fuerte de Cristina Fernández de Kirchner se sinceró y reconoció las dificultades que enfrenta el oficialismo en las elecciones de octubre. "Los peronistas tenemos el dilema de que la presidenta no puede volver a ser candidata y tenemos que asumir que hay que elegir la fórmula de las PASO lo más acotada posible", dijo.
"Será el voto de la sociedad el que decida quién es el compañero que tiene que seguir con el proyecto, que tiene que seguir con la lucha por los más humildes, y la lucha contra las corporaciones y los buitre", sostuvo Zannini, al transmitir la postura de la Casa Rosada en la reunión.
Los gobernadores Daniel Scioli (Buenos Aires) y Sergio Urribarri (Entre Ríos), junto con el ministro del Interio y Transporte Florencio Randazzo, escucharon atentos la exposición de Zanini. Se trataba de un mensaje no sólo a los presidencibales, si no también a los aspirantes a la gobernación bonaerense Julián Dominguez, Fernando Espinoza, Diego Bossio y Martín Insaurralde.
Otro de los integrantes de la mesa chica de la Presidenta dejó a entrever que sólo habrá dos candidaturas nacionales. “Hay que trabajar con humildad y priorizar el modelo, las cosas se van a ir dando naturalmente”, respondió Oscar Parrilli cuando le preguntaron si sólo quedarán Scioli y Randazzo en las PASO.
El ministro del Interior, al respecto, se mantuvo cauto. "Yo quiero ser absolutamente respetuoso y muy humilde pero seguramente nos pondremos de acuerdo y haremos lo mejor para esta fuerza", dijo. "Me parece necesario una primaria donde expresaremos nuestras diferencias, yo lo he hecho con mucho respeto respecto del gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, así que creo que podremos competir sanamente", manifestó Randazzo.
Scioli, por su parte, intentó reforzar su adhesión al núcleo duro del kirchnerismo y afirmó que “el caballo es el gran proyecto, que tiene muy buenos jinetes para poder llevarlo adelante”. Aún así, el precandidato presidencial alertó que es “responsabilidad de los dirigentes” del Frente para la Victoria “que esto no sea siempre volver a empezar”.
El titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, viene de bajarse de la candidatura nacional para intentar consagrarse como el sucesor de Scioli en la Provincia. Ante los micrófonos esquivó dar definiciones y sostuvo que la cantidad de candidatos oficialistas “habla de la riqueza del espacio”.
Aunque se negó a opinar sobre qué decisiones debían adoptar en el espacio, o a qué número había que reducir la cantidad de precandidatos a la gobernación, Domínguez sostuvo que “como decía (Juan Domingo) Perón, los melones se van acomodando”.
