Los casi 50 minutos que le dedicó el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte hizo que se retrase el encuentro con el presidente Sergio Mattarella. Ante ambos, Fernández repitió lo que repetirá durante la próxima semana ante otros mandatarios: la necesidad de contar con la ayuda de Europa en la reestructurar la deuda ante el Fondo Monetario Internacional.
Al terminar el primer encuentro, Fernández celebró que la reunión se haya extendido más de lo previsto y detalló que Conte se comprometió a acompañar a la Argentina y hablar con otros líderes europeos. El Presidente contó que Conte remarcó el vínculo que tiene con la actual titular del FMI, Kristalina Georgieva, ante quien también se comprometió a interceder.
El mandatario argentino fue recibido con el himno de su país y en la charla también hubo tiempo para distenderse, sobre todo ernández parece sorprenderse cuando el premier italiano le dijo que estudió derecho penal. “¡Ah, igual que yo!”, respondió Fernández.
No todo giró sobre la deuda ya que Conte no se privó de hablar de cómo las empresas italianas radicadas en argentina se vieron afectadas por el cepo. Fernández se detuvo a explicar la influencia del dólar en el costo de vida de los argentinos y, aunque no dio más detalles, dijo que cuando la economía comience a mostrar signos de recuperación, el cepo podría atenuarse.
La comitiva integrada por el canciller Felipe Solá y su jefe de Gabinete, Guillermo Justo Chaves, la ministra de Justicia, Marcela Losardo; los secretarios de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, y de Comunicación y Prensa, Juan Pablo Biondi, y el embajador en Roma, Tomás Ferrari, también tuvieron un encuentro con funcionarios italianos. Allí se repasaron los números de la economía y la gestión que dejó Mauricio Macri no estuvo ausente.
A Mattarella, lo saludó en el segundo piso del Palacio Quirinale, un edificio construido en 1573 como residencia de verano para el papado, que desde 1947 funciona como residencia para el presidente de la República. Más allá de la crisis argentina y la obligación que debe enfrentar el país ante los acreedores, con Mattarella surgió el debate sobre Venezuela en el que Fernández volvió a explicar su posición de que no debe existir intervención militar, pero que se debe coneguir que las distintas partes se sienten a negociar. Horas antes, con el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin la situación en Venezuela y en Bolivia fueron otros de los temas tocados sobre la región.