Uno de los puntos principales del acuerdo que alcanzaron Gerardo Morales y Martín Lousteau en la Unión Cívica Radical ya es tildado como de difícil cumplimiento en el Congreso Nacional. Es el que se refiere al compromiso para reunificar los bloques de diputados que se dividieron hace dos semanas. La primera semana de funcionamiento en la Cámara baja ya dejó señales de que esa reconciliación será más compleja de lo que muchos esperan.
Según dejaron trascender desde ambos sectores internos, en las negociaciones se coincidió en el compromiso para lograr la reunificación de los bloques. “Hay compromiso de todos de hacer esfuerzos. El objetivo es marzo”, planteó Morales luego de ser electo. Y detalló cómo será esa negociación según él: “Respetar las autoridades, pero abrir un poco el juego para que participen otros diputados”.
Desde el espacio de Lousteau, sin embargo, dijeron que el compromiso es para que el radicalismo se quede con la presidencia del interbloque de Juntos por el Cambio, con la idea de que Rodrigo De Loredo quede en ese lugar.
Fuentes parlamentarias ponen en duda que eso se pueda concretar. “Eso lo instalan porque necesitan mostrar que no perdieron en la elección del radicalismo, el PRO no les va a pagar su propia crisis”, resumen. Es que por cantidad de diputados, ese lugar le correspondería al macrismo, que impulsaría a Cristian Ritondo para ese lugar. Mario Negri era impulsado por sectores del radicalismo y de la Coalición Cívica de Elisa Carrió. Con el bloque radical roto la opción Negri se diluyó, sumado a que el cordobés manifestó que no quiere ese cargo. “Ve que el interbloque quedó muy dividido, como un archipiélago”, explican en la UCR.
Acuerdo radical: Morales presidente, Lousteau vice
Ahora, los socios del interbloque difícilmente avalen la opción De Loredo como presidente del interbloque, sobre todo después de una semana donde lo que más primó fueron las peleas, críticas y desconfianzas. En la comisión de Presupuesto, Martín Tetaz y Alejandro Cacace se cortaron solos y armaron un dictamen propio, a pesar de que el resto de los bloques habían coincidido en no presentar nada. Les valió discusiones con varios referentes del espacio e incluyó una pelea con Luciano Laspina (PRO) y Víctor Hugo Romero (UCR) a la salida de la comisión. “Mirá que Laspina no se pelea con nadie”, describen.
En la sesión también se acrecentaron los resquemores, sobre todo con De Loredo, quien para sus pares quiso acaparar los micrófonos y hablar cada vez que lo hacía Negri. Fue parte de las comidillas de sus pares del PRO y la Coalición Cívica, al punto tal que en la conferencia de prensa posterior a la votación hablaron primero Negri y Ritondo y cuando se metió De Loredo se fueron.n
