“Veo un gobierno que está perdido, que no está encontrando el rumbo”, dispara con su voz pausada el intendente de Merlo y flamante conductor del PJ de la provincia de Buenos Aires, Gustavo Menéndez. Vestido con jeans, zapatillas y una remera de Jesús, recibe a PERFIL en su departamento del centro de Merlo. Cristina, Massa y los gobernadores se convirtieron en la dinámica diaria de quien hace dos años era concejal opositor. Insiste en trabajar por la unidad, con la premisa de que “si el peronismo no hubiera estado dividido, habría ganado las últimas elecciones”.
—¿Cicatrizaron las heridas de la derrota de octubre?
—No, estamos en vías. Estamos en una situación de reconstrucción paulatina. Me imagino un gran Pacto de la Moncloa en algún momento que nos permita a los argentinos volver a sentirnos orgullosos.
—Es que volvemos a los nombres propios. Con todos.
—Creo que somos oposición porque merecimos ser oposición. Creo que hemos cometido los errores suficientes. No estaba acostumbrado el peronismo a ser oposición. Los pueblos nunca se equivocan. Para volver tenemos que ser mucho mejores de lo que nos fuimos, si no, es preferible no volver más.
—Los gobernadores en diciembre colaboraron para aprobar la reforma previsional, ¿no hay una contradicción con lo que viene diciendo?
—Creo que lo que nos está faltando, y que por eso suceden esas contradicciones, son los espacios donde debatir. Hay que ver si tuvieron presiones, si tuvieron necesidades...
—A todo lo que me comenta le falta incorporar el factor Cristina. Usted dijo que ella no quiere tener centralidad en esta etapa, pero fue candidata.
—Cristina colabora muchísimo en el proyecto de unidad: sin marcar con el dedo a nadie, acompañando las decisiones de los compañeros, gesto de humildad enorme.
—Sacó el 37% en las últimas elecciones...
—¿Cristina sola alcanza? No. Se ha demostrado en las últimas tres elecciones que ella sola no basta. Ni estando en el Gobierno. ¿Cuántas veces más tenemos que perder para darnos cuenta de que la gente nos viene diciendo “únanse”?
—¿Qué pasa con esos sectores que dicen “con Cristina no queremos saber nada”?
—Una cosa es lo que dicen en público y otra cosa es lo que se reconoce en privado. Si vos hablás con Cristina, Graciela (Camaño), Sergio (Massa) y (Miguel) Pichetto, te dicen otra cosa. Yo tengo la posibilidad de hablar con ellos en privado, y de comprobar que tenemos muchísimas coincidencias, enormes coincidencias
—¿Una foto puede modificar el amperímetro? ¿Suma algo a dos años de la elección?
—En este mundo, lo que no comunicás es como si no hubiese sucedido. Una foto no retrata todo el trabajo que hicimos ese día en particular. Se hizo un breve extracto de títulos sobre los temas que trabajamos.
—¿Cuál es el as bajo la manga que puede tener el peronismo para ganar en 2019?
—El as bajo la manga es la unidad. ¿Dos años antes había alguien imbatible? Cayó Napoleón, cayó Alejandro Magno, cayó el Imperio romano. Me parece que ese es un juego que quieren instalar, pero imbatibles son los que hacen las cosas muy bien.