En plena tensión con el presidenciable Daniel Scioli, Cristina Kirchner le hizo otro mimo a Florencio Randazzo, anotado en el pelotón de candidatos kirchneristas que quieren continuar el modelo en 2015. Fue durante un acto en el que se inauguraron dos estaciones del ferrocarril San Martín, que, después de veinte años, permiten que el tren llegue a Luján. Allí, la Presidenta se mostró con el ministro del Interior y Transporte y pidió rever algunas actitudes para evitar futuros paros. “Es imprescindible que los trabajadores comprendan que el servicio debe prestarse”, disparó.
En el despacho de Florencio se entusiasman con que Scioli no será el candidato elegido por la jefa de Estado y que entonces los votos de los kirchneristas puros irán a parar al hombre de Chivilcoy.
“Entre Sergio Massa, Daniel Scioli y Mauricio Macri, Florencio es el único que no es un hombre designado por los factores de poder real”, dicen cerca del ministro. Su idea es que el próximo candidato a presidente lo elija la gente y no las corporaciones. “Cuando dicen que vienen a cambiar lo que está mal, no se confundan, vienen a cambiar lo que se hizo bien”, aluden en el ministerio de Randazzo en referencia a Scioli, Massa y Macri.
La estrategia del ministro del Interior no pasa por hacer actos de lanzamiento ni aglutinar gobernadores del PJ a sus planes presidenciales, sino por aferrarse a la gestión e ir con pie de plomo. Y, llegado el momento, subir al ring a esos candidatos para discutir la gestión. “Que diga Massa cuál es el promedio de agua potable de su distrito o de cloacas. Se ve claramente para quién gobierna”, retrucan.
Y añaden: “Que diga Scioli por qué los hospitales son un desastre cuando dice que la Provincia está más activa que nunca”. Randazzo cree que seguirá creciendo cuando se empiece a palpar que las promesas que se hicieron se cumplen. Ya se trajeron vagones nuevos para el Sarmiento, pasará lo mismo con el Mitre, se renovó el Ferrocarril San Martín y se remodelará el Belgrano Cargas con un préstamo chino.
