El Vaticano confirmó ayer que se investiga al exobispo de Orán, Gustavo Zanchetta, por denuncias de abusos durante su gestión como máxima autoridad de la diócesis salteña. El caso toca muy de cerca al papa Francisco, porque Zanchetta trabaja en la oficina que administra los bienes de la Santa Sede y la noticia coincide con una renovada preocupación por los casos de abuso y las situaciones de encubrimiento en la Iglesia.
Zanchetta nació en Rosario y se desempeñó como presbítero en Quilmes antes de acceder al cargo obispal en 2013, al que renunció a mediados de 2017. Fue reemplazado por un administrador previo a la designación del actual obispo de Orán, Luis Antonio Scozzina, de la orden franciscana, en abril de 2018.
Ayer, el vocero del Vaticano, Alessandro Gisotti, confirmó en un escrito al que accedió PERFIL que hay una investigación en curso. Informó que las denuncias ocurrieron luego de su renuncia y que fueron realizadas ante la representación del Vaticano en Buenos Aires. También indicó que el prelado estuvo por un tiempo en España y luego, “en consideración de su capacidad de gestión administrativa, fue nombrado asesor de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA)”. Gisotti aclaró además que fue apartado de sus funciones mientras se lo investiga.
Según indica en el escrito, Zanchetta no había renunciado al obispado de Orán, como él indicó, por un problema de salud: “La razón de su dimisión está vinculada a las dificultades para gestionar la relación con el clero diocesano y su vínculo tenso con los sacerdotes de la diócesis”. En ese momento había acusaciones de “autoritarismo” pero no de algún tipo de “abuso sexual”, sostiene el escrito de Gisotti. El texto apunta también que al momento de ser designado asesor en el Vaticano, “no había surgido ninguna acusación de abuso sexual”. Y precisa que éstas se dieron luego del mes de septiembre pasado.
El número 3 del Vaticano será procesado por abusos sexuales
En base a esas denuncias, prosigue el vocero papal, el actual obispo de Orán “ha recolectado algunos testimonios que aún deben llegar a la Congregación de los Obispos”, el organismo de la Curia que supervisa a los máximos cargos católicos. “Si se confirman las denuncias, se remitirá el caso a la comisión especial” creada en el Vaticano por los casos de abuso.
El pasado 28 de diciembre, el periódico El Tribuno había informado que la salida de Zanchetta de Orán no habría sido por un problema de salud y que, en rigor, ni siquiera habría sido una "renuncia". Algo que negó el texto de ayer del Vaticano. La “remoción fue decidida a partir de denuncias que provinieron del mismo clero que lo acusó de diferentes tipos de abuso, entre ellos de abuso sexual dentro del seminario fundado por él mismo y que dejará de funcionar a partir del año próximo (en referencia al año corriente)”, indicó el medio salteño.
El Tribuno informó además que el caso motivó fuertes repercusiones, que habrían alcanzado incluso al nuncio apostólico (puesto equivalente al de embajador del Vaticano) en la Argentina y desencadenó una interna entre obispos por la posición adoptada por el obispo de Salta, Mario Cargnello, quien habría impulsado la investigación de las denuncias.
La respuesta de su sucesor
El actual obispo de Orán, Luis Antonio Scozzina, emitió hace una semana un comunicado donde negó versiones periodísticas que apuntaban a una serie de cambios como consecuencia de las denuncias de abuso contra su antecesor, Gustavo Zanchetta.
Scozzina, que asumió el cargo en abril del año pasado, explicó que los cambios de “destino pastoral de los sacerdotes corresponden únicamente a la acción de gobierno propia de su cargo”, orientados a “la mejor atención de los fieles”. Medios salteños habían vinculado cambios realizados por el actual responsable pastoral de la diócesis con los presuntos abusos de Zanchetta. Además de contradecir estas versiones, Scozzina había indicado en el comunicado que estaba abierto a recibir cualquier denuncia de abuso para facilitar la actuación de la “Justicia canónica” y la “Justicia ordinaria”.