El vocero del Vaticano, Greg Burke, y su adjunta renunciaron sorpresivamente a su cargo en medio de un ajuste de las operaciones de comunicación que coincide con un período conflictivo en el papado de Francisco.
Las dimisiones de Burke y su adjunta, Paloma García Ovejero, señalan que los problemas asociados con la reforma de Francisco de la burocracia vaticana llegaron a su punto crítico en un mal momento. El Papa batalla para atender el escándalo de abuso sexual global y su encubrimiento. A pesar de esto, el pontífice aceptó las renuncias, que entran en vigor este martes, informó el Vaticano en un comunicado.
“En este momento de transición en las comunicaciones del Vaticano, creemos que es mejor que el Santo Padre sea completamente libre para formar un nuevo equipo”, escribió Burke. Tanto él como García Ovejero agradecieron al pontífice. “Termina una etapa. ¡Gracias, Santo Padre, por estos dos años y medio!”, tuiteó García Ovejero.
Por el momento, Francisco nombró a un miembro de la oficina de prensa del Vaticano, Alessandro Gisotti, como su sustituto interino.
El Papa renovó recientemente los medios vaticanos. Cesó al editor de mucho tiempo del periódico L'Osservatore Romano y nombró al periodista italiano Andrea Tornielli como el nuevo director de contenido para todos los medios vaticanos. Las dimisiones claramente tomaron por sorpresa al nuevo equipo, aunque el trabajo de vocero del Vaticano es notoriamente complicado dada la naturaleza del Vaticano, su tendencia reflexiva hacia el hermetismo y el ocasional escepticismo del periodismo.
El director de comunicaciones del Vaticano, Paolo Ruffini, dijo que se había enterado de la decisión de Burke y García Ovejero y que la respetaba. Elogió su profesionalismo y dijo que confiaba plenamente en Gisotti, quien fue periodista durante mucho tiempo con Radio Vaticano y que más recientemente fue jefe de redes sociales para el Vaticano.
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“El año que sigue está lleno de nombramientos importantes que requerirán los máximos esfuerzos de comunicación”, dijo Ruffini en un comunicado. Fue una probable referencia a la cumbre de alto perfil de Francisco cuyo objetivo es prevenir el abuso sexual del clero, así como los varios viajes al extranjero planeados para 2019: Panamá, Emiratos Árabes Unidos, Marruecos, Bulgaria y Macedonia en el primer semestre de 2019 y los rumorados viajes a Madagascar y Japón en el segundo semestre.
Francisco también tiene que lidiar con los constantes efectos colaterales del escándalo de abuso del clero en Chile, Estados Unidos y otras partes del mundo. Durante el próximo año probablemente se publiquen los resultados de una investigación canónica al excardenal Theodore McCarrick, acusado de abusar sexualmente de seminaristas adultos y menores de edad, así como los resultados de una investigación del Vaticano de cómo ascendió McCarrick en los rangos eclesiásticos.
Rocco Palmo, un crítico del Vaticano desde hace mucho, tuiteó que la regla estándar en una crisis de comunicación es que “no te vas en medio de la tormenta, sino que intentas soportarla”. “Perder las dos principales manos mediáticas del Vaticano (ambos bastante devotos) en medio de un escándalo parece indicar que algo se ha vuelto profesionalmente insostenible”, tuiteó Palmo.
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Burke, corresponsal de Fox TV en Roma, fue contratado como asesor de comunicación por la secretaría de Estado del Vaticano en 2012. En ese tiempo, el papado de Benedicto XVI XVI sufría de una serie de errores de comunicación y se creyó que Burke podría guiarlos. En 2015, Burke fue nombrado vocero adjunto bajo el reverendo Federico Lombardi, un jesuita italiano. Cuando Lombardi se retiró en 2016, Burke se convirtió en el vocero principal y García Ovejero se unió a su equipo, la primera mujer en tener el puesto de adjunto. García Ovejero había sido corresponsal de Cadena Cope, una difusora española, en el Vaticano.
Ambos mejoraron las gestiones mediáticas del Vaticano a nivel internacional, al organizar sesiones informativas extraoficiales, ofrecer información contextual y optimizar las comunicaciones con los periodistas durante viajes al extranjero.
