"La muerte de Néstor Kirchner es uno de esos hechos respecto de los cuales cada uno de nosotros recuerda dónde estaba en ese momento", dice Ceferino Reato y esa afirmación se cumple a rajatabla en todos los casos.
En su libro "Salvo que me muera antes" el periodista reconstruye al detalle la muerte de uno de los hombres más influyentes de la política argentina en la última década.
Las versiones más descabelladas sostienen que Néstor Kirchner no murió, incluso algunas afirman que fue llevado a Venezuela por Chávez. Sin embargo, tras entrevistarse con sus médicos, enfermeros y hasta su funebrero, Reato consigue establecer cómo, de qué y lo más llamativo, dónde murió Kirchner: dos pisos por encima del sótano en el cual ordenó construir la bóveda de seguridad donde guardaba toda su fortuna. "Porque a Néstor le obsesionaba el poder, pero también el dinero", sostiene el autor.